Luego de advertencias de combates “extremadamente difíciles”, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, admitió que las tropas rusas ya tienen el control de una quinta parte del territorio invadido, pero no lo da por perdido, pues dijo que sus defensores siguen dando la lucha.
A 99 días de que comenzara la invasión, el mandatario detalló ante el Parlamento de Luxemburgo que hasta “20 por ciento del país está controlado por Moscú”, de acuerdo con estimaciones de sus fuerzas armadas, lo que representa unos 125 mil kilómetros cuadrados de la nación, con unas tres mil provincias principalmente en el este y sur del país, contando Crimea, territorio que se anexó el Kremlin en 2014.
La zona calculada es ligeramente mayor a naciones de la región como Bulgaria (110 mil km2) o Islandia (103 mil km2) y hasta 40 veces mayor incluso que el territorio de la nación ante la que ofreció un discurso virtual, pues Luxemburgo tiene una extensión de tres mil km2, siendo uno de los más pequeños del continente.
Ante los avances de los ocupantes, Zelenski reiteró que es claro que el objetivo de las tropas de Vladimir Putin es apoderarse de todo Donbás, luego de los fracasos en Kiev y Járkov. Por ello, los ocupantes se concentran en las zonas que reconocen como repúblicas independientes: Lugansk y Donetsk.
En dichas regiones han logrado una amplia penetración con el respaldo de grupos prorrusos que combaten contra su propio país, pues recordó que éstos respaldan una posible adhesión a Rusia, gobierno que ha causado la muerte de miles de civiles, entre ellos 260 niños, y hasta 12 millones de desplazados desde que comenzó su supuesta “operación militar” en febrero pasado.
No obstante, Zelenski aseveró que sus fuerzas seguirán combatiendo en un frente de batalla que se extiende por hasta mil kilómetros cerca de la frontera, pues durante casi 100 días de combates han logrado repeler a las fuerzas del que alguna vez fue considerado el segundo mayor ejército en el mundo. Y estiman que el ejército invasor sigue debilitándose, pues éste ha perdido más de 30 mil soldados, así como mil 300 vehículos de combate y 800 equipos de artillería y lanzacohetes. Hecho que respaldó el Estado Mayor de las fuerzas ucranianas, al resaltar que vencerán al enemigo, sin adelantar plazos de cuánto se alargará este conflicto.
Al respecto, el jefe de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, advirtió que aún se esperan meses de combate, pues este conflicto se ha convertido “en una guerra larga de desgaste”.
Por ello, exhortó a Occidente a prepararse para esta situación, pues todo apunta a que serán muchos más meses, cuando ya rebasaron los tres, y agregó que para concluir esta guerra se requiere una verdadera negociación. Ante los cuestionamientos de la prensa, no quiso entrar en detalles sobre qué medidas tendría que ceder el gobierno de Zelenski ante Rusia, pero recalcó que seguirán apoyando a esa nación.
En tanto, Zelenski abundó que es claro que el objetivo es apoderarse de todo Donbás, en donde cuentan con apoyo de ucranianos que impulsan la adhesión al país que ya ocasionó la muerte de 260 niños, pero reiteró que sus fuerzas siguen combatiendo, hecho por el que demandó a aliados enviar más armas para superar el poder mostrado hasta ahora por Rusia, que ya perdió casi la mitad de su ejército entre bajas y heridos.
Y las autoridades llamaron a la población a evacuar la región de Slovianks en donde arreciaron los bombardeos en las últimas horas, lo que afectó el suministro eléctrico y podría agravar la situación de hasta 20 mil personas que permanecen en la zona.
En este panorama, Estados Unidos amplió las sanciones contra el Kremlin, pese a los amagos de verse involucrado directamente en el conflicto, al restringir a oligarcas rusos en ese país y en Europa, para impedir que muevan sus bienes en favor de su gobierno.
Un día después de las declaraciones de líderes rusos, los Departamentos del Tesoro y del Comercio estadounidenses apretaron medidas contra la riqueza de los cómplices de Putin, como Serguéi Roldugin, señalado como presunto administrador de la fortuna del líder del Kremlin. También aparecen en la lista negra God Nisanov y Alexei Mordashov, dos de los hombres más ricos de Europa y Rusia, respectivamente.
Al recordar que se trata de un cerco total a las redes que ayudan a Putin y aliados a ocultar su dinero, el gobierno de Biden incluyó en esta lista negra a empresas de yates, lo que recuerda que estos navíos han sido decomisados por varios gobiernos europeos desde que comenzó la invasión.
Tras estas nuevas sanciones, Zelenski llamó a sus aliados de la Unión Europea a ser más firmes, pues aunque recientemente aprobó un sexto paquete de sanciones, dejó fuera a líderes y personas clave, pues a petición de Hungría, que rechaza las sanciones contra Rusia, no se limitó al patriarca Kirill.