Los votantes franceses eligen parlamentarios en las elecciones del domingo, en las que el presidente, Emmanuel Macron, intenta asegurar su mayoría ante una creciente amenaza de una coalición de izquierdas.
Más de seis mil candidatos de entre 18 y 92 años disputan 577 escaños en la Asamblea General en la primera ronda de las elecciones. Los más votados pasarán a la decisiva segunda ronda del 19 de junio.
Tras la reelección de Macron en mayo, su coalición centrista busca una mayoría absoluta que le permita implementar sus promesas de campaña, que incluyen recortes fiscales y subir la edad de jubilación de los 62 a los 65 años.
Pero los últimos sondeos de opinión apuntan a que Macron y sus aliados podrían tener problemas para conseguir más de la mitad de los escaños. Un gobierno con mayoría amplia pero no absoluta aún podría gobernar, pero sólo negociando con los demás legisladores.
La principal fuerza de oposición parece ser una nueva coalición formada por izquierdistas, verdes y comunistas, liderados por el líder de ultraizquierda Jean-Luc Mélenchon.
Mélenchon instó a los votantes a dar una mayoría a su coalición y así obligar a Macron a nombrarle primer ministro, una situación conocida como "cohabitación".
La coalición prometió un aumento considerable del salario mínimo, bajar a 60 años la edad de jubilación y fijar los precios de la energía.
Aunque la coalición de Melénchon podría conseguir más de 200 escaños, las estimaciones actuales le dan pocas posibilidades de alcanzar una mayoría. Se espera que Macron y sus aliados ganen entre 260 y 320 escaños, según los últimos sondeos.
El sistema de votación en dos rondas es complejo y no es proporcional al apoyo nacional de los partidos. Los parlamentarios se eligen por distrito.
Las elecciones parlamentarias son tradicionalmente difíciles para los candidatos franceses de ultraderecha, ya que algunos de sus rivales tienden a hacerse a un lado en segunda ronda para mejorar las posibilidades de otros candidatos.
La Agrupación Nacional, liderada por Marine Le Pen, que perdió ante Macron en las presidenciales, espera un resultado mejor que hace cinco años, cuando consiguió ocho escaños. Con al menos 15, la ultraderecha podría formar un grupo parlamentario y tener más poder en la Asamblea.
La propia Le Pen optaba a la reelección en su bastión de Henin-Beaumont, en el norte de Francia. Los resultados también podrían verse afectados por las previsiones de un récord de baja participación. Las encuestadoras indicaron que se espera que menos de la mitad de los 48.7 millones de votantes acuda a las urnas.
KEFS