El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, declaró el estado de excepción en tres provincias del país andino, en un intento por calmar las protestas convocadas por grupos indígenas en rechazo a las políticas económicas del gobierno.
La medida tendrá una duración de 30 días en las provincias de Imbabura, Cotopaxi y Pichincha -zonas que incluyen a la capital Quito- que han visto mayor violencia en medio de protestas, con ataques a fincas florícolas y daños a la infraestructura, mientras que policías también han sido detenidos por los manifestantes.
Los toques de queda en Quito se extenderán desde las 22:00 horas local (03:00 GMT), hasta las 05:00 horas a partir del sábado, dijo Lasso a última hora del viernes, mientras que las reuniones estarán prohibidas durante todo el día en las provincias afectadas. No dijo cuánto tiempo durarán las medidas.
“Llamé al diálogo y la respuesta fue más violencia, no hay intención de encontrar soluciones”, dijo Lasso en una transmisión televisada.
Los grupos indígenas lanzaron protestas el lunes, con manifestantes bloqueando carreteras en todo el país en oposición a las políticas sociales y económicas de Lasso, exigiendo congelaciones en los precios de la gasolina, la suspensión de más proyectos mineros y petroleros, y más tiempo para que los pequeños agricultores paguen sus préstamos bancarios.
Lasso aumentará la ayuda a los sectores más vulnerables y subsidiará en un 50% los costos de fertilizantes para pequeños y medianos agricultores, mientras que la banca pública perdonará créditos vencidos por hasta $3.000.
No habrá aumento en los costos del diesel, la gasolina y el gas, agregó Lasso.
Los grupos indígenas continúan bloqueando las carreteras que conectan a Quito con el norte y el sur del país, mientras que los estudiantes han apoyado las protestas.
Leonidas Iza, presidente de la organización indígena CONAIE de Ecuador, dijo en las redes sociales que las propuestas de Lasso resolvieron parcialmente los problemas, pero dudó que se implementaran.
“Desde este momento nos estamos preparando para movilizarnos y rechazar estas políticas en Quito”, dijo.
Las protestas le han costado al sector productivo del país $50 millones y han provocado desabastecimiento de ciertos productos y combustibles.
avc