La muerte del fotoperiodista ucraniano Maks Levin, cuyo cuerpo fue hallado junto al de un soldado defensor, fue una ejecución, concluyó la organización Reporteros Sin Fronteras a dos meses de que se confirmara el deceso.
Según el grupo que revisó el bosque en donde fueron localizados el cadáver quemado de Levin junto al de Oleksi Chenishov, hay evidencia que sugiere que el reportero gráfico “probablemente fue asesinado con una, quizá dos balas disparadas a corta distancia, cuando ya estaba en el piso”.
Y RSF ratificó que según la información y pruebas recabadas no hay duda de que los dos hombres “fueron ejecutados a sangre fría” y agregó que al momento de su muerte llevaban más de dos semanas desaparecidos.
Asimismo, puntualizó que en la zona boscosa también encontraron al menos una bala enterrada, trampas rusas y la identificación del militar, así como restos de raciones de comida y paquetes de cigarrillos, presuntamente de los invasores, lo que da pistas de que estos estuvieron en la misma zona que las víctimas.
Fuentes cercanas a Levin confirmaron que éste mantenía comunicación con las fuerzas defensoras a las que les brindaba información sobre la ubicación de soldados rusos, misma que obtenía a través de un dron.
FBPT