La Corte Suprema de Estados Unidos revocó el viernes las protecciones constitucionales para el aborto que estuvieron vigentes durante casi 50 años, en una decisión histórica que permitirá a cada estado decidir si mantiene o prohíbe este derecho reproductivo. Se espera que el paso conduzca a la prohibición del aborto en aproximadamente la mitad de los estados.
El fallo señala que la Constitución “no otorga” este derecho y devuelve la autoridad para poder legislar sobre el aborto al “pueblo” y sus “representantes electos”.
La decisión, impensable hace apenas unos años, fue la culminación de décadas de esfuerzos por parte de los opositores al aborto, que fueron posibles gracias a una derecha del tribunal que se vio fortificada por tres jueces designados por el entonces presidente Donald Trump.
El fallo se produjo más de un mes después de la filtración de un borrador de opinión del juez Samuel Alito, que indicaba que el tribunal estaba preparado para dar este paso trascendental.
La decisión publicada ayer revoca tanto la sentencia conocida como Roe vs. Wade, acordada hace 49 años, que protegía el derecho al aborto en todo el país, como la de 1992, Planned Parenthood vs. Casey, que reafirmaba dicha protección pero permitía a los estados establecer regulaciones sobre el proceso.
Alito, en la opinión final difundida el viernes, escribió que los fallos Roe vs. Wade y Planned Parenthood vs. Casey estaban equivocados el día en que se decidieron y debían ser anulados.
“Por lo tanto, sostenemos que la Constitución no confiere un derecho al aborto. Es el momento de acatar la Constitución. Roe y Casey deben ser anulados, y la autoridad para regular el aborto debe ser devuelta al pueblo y a sus representantes elegidos”, dice textual el fallo redactado por el juez.
La decisión ha salido adelante por mayoría, con seis votos a favor —aunque con uno de ellos con una opinión separada— y tres en contra. Se unieron a Alito los jueces Clarence Thomas, Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett. Estos tres últimos fueron designados por Trump. Thomas votó por primera vez para anular la Roe vs. Wade hace 30 años.
El presidente de la Corte, el conservador John Robert, indicó que él no habría puesto fin al derecho al aborto, diciendo que él habría ratificado la ley de Mississippi en el corazón de la causa para la revocación —una prohibición del aborto tras las 15 semanas de embarazo— y no dijo más.
Sostenemos que la Constitución no confiere un derecho al aborto. Es el momento de acatar la Constitución. Roe y Casey deben ser anulados, y la autoridad para regular el aborto debe ser devuelta al pueblo y a sus representantes elegidosFallo de la Corte Suprema de EU
Los jueces Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan —la reducida ala liberal de la corte— disintieron.
“Con dolor —por esta Corte, pero aún más por muchos millones de mujeres estadounidenses que han perdido hoy una protección constitucional fundamental— nosotros disentimos”, escribieron.
Con el fallo, los estados que así lo decidan podrán prohibir totalmente el aborto en su territorio. Se espera que esto afecte desproporcionadamente más a las mujeres de minorías, que ya enfrentan acceso limitado a la atención médica.
El fallo del máximo tribunal se produjo a pesar de que los sondeos indican que la mayoría de los estadounidenses se oponían a la anulación del fallo Roe vs Wade.
Fuera de la sede de la Corte Suprema, una muchedumbre de partidarios del derecho al aborto creció tras conocerse el anuncio. Una facción rival se expresaba a favor. Tras el fallo, se desataron masivas protestas en Washington en contra del tribunal.
La Casa Blanca ha estado explorando opciones para que Biden tome una medida ejecutiva que salvaguarde los derechos al aborto, pero sus opciones son limitadas.
El secretario de Justicia, Merrick Garland, dijo en un comunicado que el Departamento de Justicia protegerá a los proveedores y a quienes busquen abortar en los estados donde es legal y también “trabajará con otras ramas del gobierno federal que pretendan usar sus autoridades legales para proteger y preservar el acceso a la atención reproductiva”.
Prohíben la interrupción del embarazo tres estados
Tras la decisión de la Corte Suprema de anular el derecho constitucional al aborto, estados liberales anunciaron un bloque en defensa de esta prerrogativa, mientras que otros prohibieron la interrupción del embarazo ayer mismo. Esta situación provocó que clínicas en entidades liberales decidieran cancelar los procedimientos para evitar problemas legales.
Los gobernadores demócratas de California, Washington y Oregon anunciaron una una “ofensiva de la Costa Oeste” para proteger los derechos reproductivos y ayudar a las mujeres que viajen a esos estados en busca de practicarse un aborto.
Los estados emitieron un “compromiso multiestatal” conjunto, afirmando que colaborarán para defender a las pacientes y a los profesionales médicos que prestan servicios de salud reproductiva.
También se comprometieron a “proteger contra cooperación judicial y de las fuerzas del orden locales con investigaciones, pesquisas y detenciones fuera del estado” en relación con los abortos realizados en sus estados.
En contraparte, Kentucky, Luisiana y Dakota del Sur prohibieron la interrupción del embarazo ayer mismo, apenas se conoció la decisión del tribunal. Idaho, Tennessee y Texas también la aprobaron de forma automática, aunque sus efectos no entrarán en vigor hasta dentro de 30 días.
Trece estados, principalmente del sur y el centro —los más religiosos y conservadores—, han adoptado en los últimos años las llamadas leyes zombie o “gatillo”, redactadas para entrar en vigor automáticamente en caso de un cambio en la jurisprudencia de la Corte Suprema. En otros, como Arkansas o Mississippi, el fiscal general primero tendrá que confirmar que la Corte ha cambiado el marco legal.
Esta situación provocó que clínicas en estados como Alabama, Texas y Virginia Occidental dejaran de realizar abortos por temor a ser procesadas judicialmente, haciendo que las pacientes se fueran de sus instalaciones con lágrimas en los ojos.
“Algunas pacientes se derrumbaron y no podían hablar entre sus sollozos. Algunas pacientes estaban atónitas y no sabían qué decir. Otras no entendían lo que ocurría”, dijo Katie Quinonez, directora ejecutiva de la única clínica donde se practica el aborto en Virginia Occidental, cuyo personal se dedicó a llamar a decenas de pacientes para cancelar sus citas.
Biden promete luchar por garantizar esta práctica
Tras asegurar que el de ayer fue un “día triste para la corte y el país”, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que luchará por preservar el acceso al aborto después que la Corte Suprema anuló ese derecho constitucional y llamó a los estadounidenses a elegir a más demócratas que salvaguarden los derechos amenazados por la decisión del máximo tribunal. “Este no es el fin”, declaró.
“Ahora con Roe anulado, que quede bien claro, la salud y la vida de mujeres en toda esta nación están en peligro. La Corte ha hecho algo que nunca había hecho antes: ha quitado expresamente un derecho constitucional que es tan fundamental para tantos estadounidenses”, dijo.
Afirmó que la Corte cometió un “error trágico” y manifestó que la decisión de la justicia es el resultado de una “ideología extremista”, y cargó contra los ministros conservadores nominados por su predecesor.
La corte ha hecho algo que nunca había hecho antes: ha quitado expresamente un derecho constitucional que es tan fundamental para tantos estadounidenses. Es un día triste para la corte y el paísJoe Biden, Presidente de Estados Unidos
“Tres jueces nombrados por un presidente, Donald Trump, están en el centro de esta decisión de acabar con la balanza de la justicia y eliminar un derecho fundamental de las mujeres en este país”, expresó.
Añadió que su gobierno defenderá el derecho de una mujer de viajar a otro estado para obtener un aborto: “las mujeres deben seguir teniendo la libertad de viajar sin problemas a otro estado para buscar la atención que necesiten. Y mi gobierno defenderá ese derecho fundamental”.
Advirtió que otros precedentes legales que garantizan el matrimonio entre personas del mismo género y el acceso al control de natalidad pudieran estar también en peligro, “es un sendero extremo y peligroso por el que nos lleva la corte”.
Por separado, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, dijo que el fallo “es escandaloso y desgarrador (y cumple) el objetivo oscuro y extremo de arrancarles a las mujeres el derecho a sus propias decisiones de salud reproductiva”.
Sin embargo, el expresidente republicano Donald Trump, consideró que la anulación de este derecho obedece a “la voluntad de Dios”. Cuestionado por el canal Fox News sobre qué papel desempeñó él en la decisión, al haber inclinado claramente a la derecha el tribunal con el nombramiento de tres jueces conservadores, contestó: “Es la voluntad de Dios. Sigue la Constitución”.