Los países del G-7 acordaron apretar el cerco contra Rusia al prohibir importaciones de oro para detener el flujo económico de la nación invasora, pues no quitan la mira de las sanciones, mientras Ucrania insiste a sus aliados en enviar armamento pesado, luego de que los invasores reanudaran ataques en Kiev.
A cuatro meses de la guerra, líderes del sector reunidos en Baviera reiteraron acciones conjuntas en favor de Ucrania y coincidieron en que la clave para terminar con esta guerra es nulificar el acceso a los fondos del Kremlin para dejar sin respaldo la supuesta “operación de desnazificación”.
Durante el encuentro acordaron obstaculizar este dinero, la segunda fuente de recursos del régimen de Vladimir Putin después de los energéticos, como el gas y el petróleo. Con dicha prohibición cortan los recursos que generan oligarcas y aliados rusos, lo que se suma a bloqueos de bienes en el extranjero y sanciones a bancos del Kremlin, esto mientras el mundo lucha contra el aumento en el precio de los combustibles, que Rusia condiciona, y la inflación.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden —quien encabeza de momento el bloque—, resaltó que con ello dejarán de percibir “miles de millones de dólares”, hecho que el mandatario ucraniano, Volodimir Zelenski, ha insistido a sus aliados desde que comenzó la guerra a romper todo lazo comercial, para evitar que ese dinero sea el motor del ejército que los bombardea desde febrero pasado.
Biden reiteró que su compromiso con Zelenski es total, luego de calificar de “barbarie”, los nuevos ataques, pues según su gobierno ya se han identificado casos de tortura de las tropas ocupantes contra soldados y civiles ucranianos. Mientras que su secretario de Estado, Antony Blinken, adelantó que con este golpe económico la economía rusa podría caer hasta 15 por ciento.
En tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, apuntó que cerrar la “maquinaria de guerra” es un paso en firme para poner fin al conflicto, por lo que exhortó a los miembros a no desistir en esta ayuda. Y su gobierno agregó que al dejar de adquirir ese oro, esa nación se quedará sin opciones para recaudar dinero, luego de indicar que un mes después de que comenzó la guerra dejaron de hacer negociaciones con compañías rusas en la materia. Y Alemania aseveró que, pese a los movimientos rusos, en Occidente se mantienen unidos en defensa de Ucrania, contrario a lo que Putin imaginó antes de desatar esta guerra.
Sin embargo, el gobierno afectado refirió que no es suficiente con ello, pues a 123 días de la invasión y a unas semanas de que los ocupantes abandonaran Kiev, atacaron de nuevo con más de 10 misiles la zona, impactando al menos dos edificios residenciales y un jardín de niños, lo que dejó un muerto y varios heridos, entre ellos una niña de siete años, según el alcalde, Vitali Klitschko. Por ello, líderes reiteraron el llamado a imponer severas sanciones y enviar más armas para reforzar a los defensores.
El ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, aseveró que sólo con firmeza se apoya a su gobierno, esto luego de que los ocupantes aseguraron que tienen el control total de Severodonetsk, en Donbás, lo que les permitió a ésos redoblar la ofensiva en Kiev, Járkov, Chernigov, Yitomir y nuevamente en Leópolis.
Pese a la derrota en Severodonetsk y Lisichansk, Zelenski reiteró que la resistencia se mantiene en varias zonas del país y no descartan recuperar estas regiones golpeadas recientemente. Detalló que hasta que concluya la guerra lucharán por liberar cada territorio ocupado, pues como en otros casos es posible que los soldados rusos se replieguen nuevamente y los abandonen.
Asimismo, se adelantó que hoy mismo podría dialogar con sus homólogos del G-7, pues antes de participar, de manera virtual, en la Cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), hará lo propio con ese bloque.