Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, desafió las objeciones chinas de visitar Taiwán y reunirse con la mandataria, Tsai Ing-wen, ante lo que el régimen de Xi Jinping advirtió que ese país “pagará el precio de su error” ante lo que tachó de “traición” y apretó el cerco contra la isla.
Tras días de incertidumbre, la tensión entre las potencias llegó al punto máximo cuando el avión militar en el que iba la funcionaria cruzó el espacio aéreo de Taiwán, territorio que la potencia asiática reclama como suyo, y aterrizó en la isla.
La Fuerza Aérea taiwanesa reforzó el operativo de seguridad para un aterrizaje seguro luego de “amenazas” de la nación vecina que envió aeronaves de caza, detectadas en los límites de su espacio aéreo como último intento para desalentar el viaje. Además, ayer hubo hasta una alerta de bomba en el aeropuerto donde una delegación local recibió a la legisladora.
Ante el arribo sin aviso oficial, China ordenó el cierre del espacio aéreo de la isla ante la arbitraria violación a los principios de soberanía, pues desde la semana pasada el régimen instó al gobierno de Joe Biden a evitar una escalada al reportar que estaban “jugando con fuego”.
Minutos después de que Pelosi llegó a territorio taiwanés, el Ministerio de Exteriores condenó las violaciones a la política de “una sola China”, misma que la segunda en línea de sucesión presidencial —detrás de la vicepresidenta Kamala Harris— cuestionó al pisar ese territorio y rechazó que su llegada cambie la relación con Beijing.
Incluso, tras recibida en la isla insistió que este viaje, que acaparó los reflectores de medios internacionales, era uno de sus compromisos y de EU con la democracia.
En redes sociales, la representante legislativa recalcó que la visita no es un motivo para incomodar a su socio, pues sólo se trata de la reafirmación de su país de “honrar el compromiso inquebrantable de apoyar la vibrante democracia de Taiwán”, hecho que resaltó el líder del parlamento local, Tsai Chi-Chang hoy (horario de Beijing) al respaldar la “libertad” en la zona.
La estadounidense también aludió indirectamente al régimen de Xi al sostener que el mundo requiere de más apoyo a los principios democráticos, especialmente cuando se enfrenta una lucha contra la autocracia. Y hasta advirtió que no se quedará sin respuesta ante las amenazas del Partido Comunista contra ese territorio.
Dicha declaración pone de nuevo en la mira las denuncias de activistas de violaciones a los derechos humanos, quienes ven signos positivos en la presencia de Pelosi, la segunda de un alto mando de EU desde 1997, aunque también hubo protestas. Afines a una de las mayores economías en el mundo, exigieron con pancartas la salida de la funcionaria.
Sin embargo, horas después se reunió con Tsai Ing-wen a quien garantizó que EU velará por “preservar la democracia en Taiwán”, misma que se ha florecido en su gestión, y refrendó su total cooperación con la isla “haga lo que haga China”.
Ante lo que la líder regional agradeció que se refuerce este lazo y anticipó que ambas regiones sostendrán una “amistad duradera”.
Previo a esas declaaciones, que avivan la escalada, China insistió que responderá a las provocaciones, pues EU atacó su soberanía y estabilidad en el Estrecho de Taiwán, en el que desplegará a sus fuerzas, al acusar de usar a la isla para amedrentarlos.
Al advertir que toda actividad en favor de la independencia taiwanesa será aplastada, el Ministerio de Exteriores asiático aumentó los ejercicios militares en aguas que rodean la isla entre el 4 y 7 de agosto con municiones reales como aviso a líderes independentistas, por lo que el Ejército Popular de Liberación (EPL) se declaró en “alerta máxima”.
Y el ministro de Exteriores, Wang Yi, adelantó que esta polémica “no tendrá un buen fin”, en referencia a lo que le espera a su socio, con quien la nación ha tenido diferencias en torno a la guerra en Ucrania y los orígenes por la pandemia de Covid.
Ese gobierno repudió que EU no hiciera más por detener este viaje, pues aseveró que el propio Biden tuvo el poder de evitar la escalada, pero prefirió jugar con fuego.
Y convocó a cuentas al embajador estadounidense en Beijing, Nicholas Burns, para rendir una explicación, de acuerdo con información del Ministerio de Exteriores de la región.
Sin embargo, hasta el momento no hay claridad sobre el tipo de sanciones que impondrá, mismas que hoy se podrían revelar, opacando el encuentro con Tsai Ing-wen, mientras legisladores, incluso del ala republicana, y hasta la Casa Blanca respaldaron a Pelosi, resaltando su defensa de Taiwán.
Además, en esta escalada, que China insistió en denostar como una “traición”, el gobierno de EU descartó una crisis y advirtió que está preparado para responder, aunque el presidente Joe Biden no fijó su postura pública, al cierre de esta edición.
John Kirby, asesor de Seguridad Nacional de EU, aseveró, tal y como lo afirmó el régimen asiático, que están listos para responder, lo que recuerda las expulsiones que hubo con Rusia por la guerra.
Asimismo, Kirby rechazó que el arribo de Pelosi represente una violación a la soberanía del socio comercial o la política de “una sola China”, misma con la que se comprometió. Y agregó que “no hay razón para amplificar esta situación”, al tiempo que brindó más información sobre el ataque contra un líder terrorista en Kabul.
Al cierre de esta edición, medios taiwaneses informaron que se han detectado movilizaciones en al menos tres zonas marítimas, como parte de los simulacros del gobierno que no acepta su independencia, hecho que la presidenta Tsai Ing-wen calificó como una violación a la isla; cabe destacar que la líder del Congreso de EU también dialogará con activistas que han denunciado represión y ataques.
Además, ya hubo algunas represalias, pero únicamente contra Taiwán. Previo al aterrizaje de Pelosi en la isla, Reuters confirmó que la mayor potencia regional bloqueó las importaciones desde la isla, lo que impactará en los ingresos de ésta.
La Agencia Central de Noticias de Taiwán detalló que esto afecta a más de dos mil empresas del ramo alimentario, pero China no reveló un motivo específico para cortar este proceso. Y no se descartan más suspensiones, pues autoridades de la isla prevén que éstas se extiendan a los cítricos, según medios locales.
Critican regímenes y hasta Donald Trump la afrenta
Rusia, Irán y Norcorea, gobiernos con abiertas diferencias con Estados Unidos, aprovecharon las tensiones entre ese país y China para respaldar al régimen de Xi Jinping y condenar la irrupción de la estadounidense Nancy Pelosi, al visitar Taiwán, voces a las que se sumó el expresidente de EU Donald Trump al descalificar a la demócrata.
Luego de que el gobierno chino amagara con tomar una acción firme contra el socio, el cual ignoró sus múltiples advertencias, esas naciones coincidieron en que los actos de la representante del gobierno de Joe Biden equivalen a una provocación, hecho que estos regímenes también han acusado en el pasado.
La gestión de Vladimir Putin, misma que responsabiliza a EU de las sanciones en su contra, tildó de “provocador” a ese país al sostener que China fue firme en torno a las consecuencias que se desatarían por esta afrenta cometida por la legisladora Pelosi.
Fue la vocera de Exteriores, Maria Zajarova, la que se pronunció en la materia al defender la postura de la potencia.
Incluso, comparó los desafíos e insultos del gobierno occidental con las críticas de ése contra el Kremlin en medio de la invasión rusa al afirmar que ni el canciller Serguéi Lavrov ha cometido tales desafíos, lo que recuerda que China se ha negado a sumarse a las sanciones contra Rusia por la guerra en Ucrania.
Por separado, el régimen iraní, que recientemente reforzó lazos con Jinping, ratificó que estas acciones, como lo externó China, representan una franca violación a la soberanía y la estabilidad en la región asiática, pues van en contra de la Carta de las Naciones Unidas.
Más tarde, el régimen de Kim Jong-un, que mantiene pruebas bélicas de advertencia, criticó las acciones de la estadounidense, al recordar que esa nación cometió una “injerencia insolente”, de acuerdo con declaraciones reproducidas por la Agencia Central local.
Incluso, embajadores orientales alzaron la voz en favor de su nación. El representante en Gran Bretaña, Zheng Zeguang, advirtió que habrá serias consecuencias contra legisladores británicos o integrantes del gobierno que intenten replicar los pasos de Pelosi.
Casi al cierre de esta edición el expresidente Donald Trump, del ala republicana y contraria a Pelosi, criticó duramente a la legisladora y hasta cuestionó los cabales de la mujer de 82 años.
“¿Por qué esa loca Nancy Pelosi está en Taiwán?”, externó el magnate en su plataforma Truth Social al aseverar que ella sólo se dedica a provocar problemas, como se repitió ayer.
Y hasta señaló que él ha superado intentos de represalias al recordar que durante su administración intentó destituirlo en dos ocasiones, pero él salió bien librado, en referencia a los impeachment.