El presidente de Colombia, Gustavo Petro, no tardó ni 24 horas en comenzar la transición económica al enviar su propuesta de reforma tributaria, con la que prevé recaudar hasta 50 billones de pesos anuales para romper con la desigualdad que hay en el país.
Pese a la gran apuesta, su administración estima que en el primer año apenas se alcance un total de 25 billones para comenzar a revertir los beneficios y privilegios que sólo eran para unos cuantos, los más ricos, con la mira puesta en las empresas y el sector petrolero, pues prevé que al cierre de su gestión se logren los 50 millones, un plan más ambicioso que el de su antecesor Iván Duque.
Un día después de reiterar su compromiso para dejar atrás la desigualdad y la pobreza, pues gobernará y escuchará a todos, su ministro de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Ocampo, entregó al Congreso sudamericano la propuesta del economista.
Ahí reiteró que en este proyecto está la base de la nueva era de Colombia, en la que el de Pacto Histórico busca acabar con la violencia y virar la política contra el narcotráfico para recuperar la paz y mantener la tónica de su discurso en favor de los más vulnerables.
El funcionario aseveró en el acto protocolario que con estos cambios los ricos serán los que paguen más, de acuerdo a sus ingresos, pues entre los objetivos del mandatario resaltan la igualdad y la justicia social, eliminando las exenciones que favorecían a los que más dinero perciben, por lo que el pago de impuestos no afectaba su economía.
Para ello, el nuevo gobierno estableció que lo primero es nivelar lo que paga cada ciudadano y cada empresa en el país y robustecer los ingresos del Estado, pues ahí es donde empieza el cambio; y a partir de estos montos recaudados se reforzarán programas socioeconómicos y de infraestructura y otros proyectos para la gestión que arrancó esta semana.
En este proyecto el líder se enfoca principalmente en la recaudación de las exportaciones de petróleo y carbón, en medio de un cambio energético que garantizó Petro Urrego, gravámenes a plástico de un solo uso y en torno a la renta.
Además prevé impuestos al patrimonio que supere los tres mil millones de pesos de manera permanente; éste será de apenas 0.5 por ciento del valor total, pero se duplica en caso de que los bienes superen los cinco mil millones.
Ante cuestionamientos en torno al impacto que tendrá en la población, el gobierno sostuvo que los cambios sólo afectarán a quienes ganan más de 10 millones de pesos al mes.
Es que de acuerdo con el proyecto económico —que pasará a revisión legislativa, como una medición del respaldo del Congreso—, sólo dos por ciento de los colombianos percibe montos superiores, sin afectar a retirados, quienes sentían incertidumbre por este ajuste fiscal.
El encargado de la economía calmó a la población al sostener que no se modificará el Impuesto al Valor Agregado (IVA), lo que implica que desaparecen los llamados días sin IVA, que beneficiaban sólo a unos cuantos.
Sin embargo, sí contempla un IVA a las bebidas azucaradas, dependiendo del nivel de este ingrediente, pues habrá hasta 10 por ciento para los que más riesgo presentan para la salud.
Asimismo, la primera gestión izquierdista apunta a reforzar la lucha contra la evasión para garantizar el fin de la de-sigualdad que persiste en la región; por ello, Ocampo adelantó que reforzarán normas antievasión, pues dichas políticas irregulares representan pérdidas para el gobierno de hasta 50 billones de pesos, de acuerdo con estudios recientes.
CEHR
