El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, enfocó su campaña de reelección contra su principal rival, Luiz Inácio Lula da Silva, y su partido, al advertir al pueblo sobre el riesgo de abrirle el camino al comunismo en la nación.
Con una desventaja de hasta 15 puntos porcentuales ante el abanderado del Partido de los Trabajadores (PT), según una encuesta de FSB Pesquisa, el ultraderechista regresó a Juiz de Forra, donde fue apuñalado hace cuatro años, en busca de repetir la hazaña, pues ese episodio que ve como un renacimiento lo catapultó a la presidencia, pese a que intentaron frenarlo con una agresión directa.
Ante simpatizantes que corearon “mito, mito”, en recuerdo del ataque, el populista afirmó que en octubre próximo pueden repetir la victoria; sin embargo, dijo que esta ocasión enfrentan a alguien que puede complicarle el camino, al señalar que la patria y el avance de los últimos años están contra las cuerdas, pues sondeos lo posicionan con 30 por ciento de la preferencia, contra 45 de quien estuvo preso por presunta corrupción y libró las acusaciones justo para sumarse a la contienda electoral.
Durante su primer acto oficial en busca de la reelección, Bolsonaro instó a sus simpatizantes a evitar retrocesos. Incluso a través de redes sociales se lanzó contra Lula al asegurar que él y Dilma Rousseff “dejaron un país devastado”, en referencia a las pérdidas millonarias en empresas y obras que nunca terminaron.
Ellos provocaron “el mayor esquema de corrupción, el mayor número de asesinatos y la peor década para la economía de toda nuestra historia”, aseveró en Twitter al ensalzar su administración, pues aseguró que sólo necesitó cuatro años para transformar a Brasil al llevarlo de la peor recesión a un verdadero desarrollo y apuntó “en mi gobierno se crearon millones de empleos y la economía volvió a crecer”.
Asimismo, afirmó que además de romper paradigmas, su gobierno llevó a la nación sudamericana a sus niveles más bajos de desempleo, al imponer nuevos récords en la generación de plazas para acabar con la pobreza.
En tanto, su opositor se vio obligado a reubicar su primer acto oficial como candidato, luego de que la Policía le pidiera cancelar lo programado por temas de seguridad. Ahí criticó al rival al sostener que el próximo año en Brasil se acabarán las mentiras y las fake news.
Pese a los cambios el abanderado del PT, inició su jornada electoral y resaltó que Brasil aún puede recuperar su economía, minimizando los logros que presumió el mandatario. Aseveró que la inflación está golpeando a las familias y rebajará esta situación que también está afectando a otras partes del mundo.