El Papa Francisco nombró a 20 nuevos cardenales el sábado pasado, con la mirada puesta en designar un sucesor en caso de fallecimiento o de que renuncie.
Entre los nuevos cardenales resalta el primero de Paraguay. No obstante, a la ceremonia sólo asistieron 19, debido que el arzobispo de Ghana, Richard Kuuia, tuvo que ser hospitalizado por problemas cardíacos.
"Un cardenal ama a la Iglesia, siempre con el mismo fuego espiritual, ya sea tratando las grandes cuestiones como ocupándose de las más pequeñas; ya sea encontrándose con los grandes de este mundo como con los pequeños, que son grandes delante de Dios", afirmó el Papa en la basílica de San Pedro, Vaticano.
El pontífice argentino no descarta renunciar por razones de salud, prepara el futuro de la Iglesia con la "creación", según el término religioso, de estos 20 cardenales, 16 de ellos con derecho a votar en el cónclave que designará al próximo jefe de los católicos.
La basílica estaba repleta por los purpurados procedentes de todo el mundo, convocados para una reunión paralela e inédita de dos días, el lunes y el martes.
Esa reunión estará oficialmente dedicada a la reforma de la Constitución pontificia, aprobada en marzo y en vigor desde el 5 de junio. Pero para muchos se trata de una suerte de precónclave, para que los cardenales hagan un balance de la situación de la Iglesia y se conozcan entre sí.
lem.