Durante el terremoto de magnitud 6.8 en China residentes de zonas confinadas por COVID-19, como Chengdu, no pudieron evacuar sus viviendas debido a la severa contención para evitar un mayor brote mayor del virus.
En videos compartidos en redes sociales se observa a varias personas con cubrebocas, entre ellos mujeres y niños, en el vestíbulo de un edificio pidiendo a personal de vigilancia sanitaria les permita salir por temor a los daños en la región.
Incluso, intentan jalar la puerta que está bloqueada, pero personal con trajes de protección, ubicados en ambos lados de la puerta, les impiden el paso, justificando que se trata de la política de contención decretada por el gobierno desde la semana pasada.
Dicha región se ubica a más de 200 kilómetros de Luding, zona del terremoto y una de las más afectadas, pues ya suman 46 decesos, de acuerdo con el régimen asiático.
Situación similar o peor vivieron en Sichua donde los ciudadanos están encerrados en sus propias viviendas. Algunos residentes bajaron de sus casas para desalojar durante el terremoto, pero al llegar a la puerta comprobaron que ésta estaba cerrada con candado.
Y nadie les podía abrir, pues a diferencia de Chengdu en estos puntos no había personal sanitario, presuntamente por que éste si se refugio ante el movimiento telúrico por el que también reportan casi 20 personas desaparecidas.
FBPT