Hace 21 años un grupo de terroristas secuestró cuatro aviones en Estados Unidos que estrelló contras las Torres Gemelas y el Pentágono, atentado sin precedentes que dejó casi tres mil muertos, de los que dos mil 753 ocurrieron en el World Trade Center.
Y es que el objetivo principal fue derribado por las aeronaves provocando el colapso de las Torres Gemelas a más de una hora del impacto y el mayor saldo de aquella tragedia.
Entre las víctimas destacan empleados, meseros y transeúntes, así como bomberos y policías que atendieron la emergencia y unos 300 pasajeros que se encontraban a bordo de los aviones de United Airlines y American Airlines, de los que se apoderaron los terroristas.
Cabe destacar que no todas las víctimas fueron identificadas y decenas de desaparecidos fueron dados por muertos; incluso, el año pasado gracias a avances en investigación de ADN se dio identidad a otras de las personas que perdieron la vida en los peores atentados ocurridos en Estados Unidos.
Hubo más víctimas en otras zonas, pues también estrellaron otra aeronave en el Pentágono y una más cayó en una zona boscosa de Pensilvania al no alcanzar su objetivo presuntamente por la intervención de los pasajeros para arrebatar el control del vuelo a los terroristas.
De ésa última siguen las incógnitas sobre el destino y el por qué no llegó a ése; algunos medios y líderes han especulado que pudo ir dirigido contra el Capitolio, aunque no hay confirmación oficial, mientras se recuerda con heroísmo a los pasajeros del Vuelo 93, pues según historias obtenidas a través de familiares que fueron contactados durante el vuelo, sus seres queridos unieron esfuerzos contra los terroristas lo que provocó la caída de éste lejos de posibles objetivos, pues los pasajeros sabían que ya habían estrellados unidades contra las Torres Gemelas.
lem.
