Soldados invasores de Rusia lanzaron varios bombardeos hacia Járkov en respuesta al avance de las fuerzas defensoras ucranianas, lo que provocó un gran apagón que se extendió por la zona fronteriza y otras ciudades más.
Ante el repliegue forzado de los rusos casi hasta la frontera, por la recuperación de territorios de los locales, las fuerzas del Kremlin emprendieron una nueva ofensiva contra la región que dejó sin electricidad a Járkov, Donetsk, Zaporiyia, Dnipropetrovsk y Sumi.
Luego de la escalada de ataques, vulnerando la infraestructura, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció nuevamente actos terroristas por parte del invasor al sostener que sus objetivos no son “instalaciones militares, el objetivo es privar a las personas de luz y calor”, a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, el líder regional, Igor Terekhov, acusó a los soldados de atacar la segunda planta de energía térmica en la región.
Dichas declaraciones se relacionan con reiteradas acusaciones de Kiev contra Moscú de dejar a aliados europeos sin recursos energéticos, al usar el gas como arma de guerra.
Finalmente, debido al apagón se reportaron cortes y retrasos en el servicio de trenes de la región.
MAEP