Los descendientes de la reina Isabel II recibirán una cuantiosa herencia tras la muerte de la reina británica, entre la que destaca una propiedad valuada en mil millones de dólares.
En medio de la sucesión, la mira está puesta en su fortuna, como joyas, obras de arte, múltiples residencias y hasta 32 mil cisnes, según Fortune y Forbes, que podrían recibir sus hijos y nietos, aunque se desconoce si dejó a alguien fuera del reparto de lo que ella heredó de su padre Jorge VI.
La mayor parte del patrimonio, un imperio identificado como Royal Firm, pasará a Carlos III al convertirse en rey, no necesariamente por decisión de la su madre, entre los que resaltan una colección de unas 300 joyas entre collares, anillos, relojes y otras piezas de gran valor.
Pero destaca una residencia y otras propiedades del Condado de Cornualles que quedarán en manos de Guillermo, príncipe de Gales, al ser traspasados de Carlos al mayor de sus hijos. Dicho ducado está conformado por grandes tierras como casas de verano, un campo de cricket, bosques, ríos, y las islas Scilly.
Reina Isabel II: Una suma desconocida
Aunque medios británicos como The Guardian reconocen que no hay una lista completa de estos inmuebles y es imposible conocer la fortuna total, pues Isabel II convirtió el asunto en un secreto normativo, varios medios destacan documentos de los Archivos Nacionales para identificar algunas de estas propiedades.
Al respecto, Forbes sostiene que el patrimonio de la corona de Reino Unido asciende a 28 mil millones de euros, de los que 500 millones serán repartidos tras la muerte de Isabel II.
En tanto, Sunday Times considera que la familia Windsor podría tener en suma hasta 400 millones de euros, mientras que The Guardian estimó que en realidad el total es mucho menor con 211 millones de euros.
DGM