A menos de una semana de que Carlos III se convirtiera en rey de Gran Bretaña se reportó que la Casa Real emitió avisos de despido a empleados de Clarence House, su residencia hasta hace unos días.
El diario The Guardian detalló que hasta un centenar de empleados ya fue notificado, por escrito, sobre futuros despidos, presuntamente por el inminente traslado de Clarence House al Palacio de Buckingham, ya que sus servicios ya no serán necesarios en dicho inmueble.
Fuentes anónimas, entre ellas algunos de los afectados, reconocieron a ese diario que hay un malestar general, pues consideraron que no se ha tomado en cuenta su labor de años y especialmente en los últimos días, tras el deceso de la monarca más longeva.
En tanto, autoridades señalaron que se trato de cambios previstos porque dicha residencia cerrará, lo que implica que ya no se requiere personal para tareas domésticas.
Pese a la decisión, medios británicos adelantaron que la Corona Británica busca alternativas para que este sector tenga otra oportunidad de trabajo, aunque no se dieron detalles; pero a los empleados les parece insuficiente, por lo que uno de los asesores del nuevo rey adelantó que se garantizará la indemnización de este sector, así como apoyo para conseguir un nuevo empleo.
DGM