Aunque Isabel II acumuló una colección de hasta 300 joyas en reinado se reveló que sólo será sepultada con dos de ellas, mientras que las demás piezas serán heredadas a sus hijos, nietos y demás descendientes.
Se prevé que la monarca que falleció el pasado 8 de septiembre sea enterrada con su anillo de bodas, de oro de Gales, y sus pendientes de perlas, considerados objetos de gran valor sentimental para la reina de Inglaterra, de acuerdo con medios británicos y el Consejo del Diamante Natural.
Inicialmente, algunos reportaron que se trataba del anillo de compromiso de diamantes, pero de acuerdo con fuentes del gobierno esta reliquia podría quedar en manos de su hija, la princesa Ana, lo que recuerda la generosidad de quien estuvo en el trono siete décadas, pues le prestó collares y otras piezas a la ahora reina consorte, Camila, y a Catalina Middleton, esposa del príncipe Guillermo, quien usó en el penúltimo cumpleaños de la reina el Nizam de Hyderabad.
Incluso se detalló que ambos usaron algunas de estas joyas para la ceremonia de este miércoles en Westminster.
Destacó que entre la herencia hay piezas de gran valor como la corona de 42 gemas que usó durante su ascenso al trono oficial, un año después de la muerte de su padre, dicha colecciones la completan 98 broches, 34 pares de aretes y 15 anillos, entre otras piezas con diamantes, zafiros y rubíes.
DGM