El féretro de la reina Isabel II arribó la mañana de este miércoles al Parlamento británico en Londres, Reino Unido, donde reposará en el Westminster Hall hasta el día de su funeral, previsto para la próxima semana.
Luego de una procesión que duró alrededor de 40 minutos, el féretro de Isabel II fue colocado sobre un catafalco, donde el arzobispo de Canterbury ofició un breve servicio en memoria de la difunta monarca.
Posteriormente dio inicio al velatorio de la reina, que durará cuatro días y finalizará la mañana del funeral de Estado, previsto para el próximo lunes 19 de septiembre.
Mientras tanto, el rey Carlos III y la reina consorte, Camila de Cornualles, volvieron al Palacio de Buckingham.
El ataúd de la monarca, fallecida el pasado jueves 8 de septiembre a los 96 años, salió por última vez del Palacio de Buckingham más temprano y fue transportado a bordo del George Gun Carriage, un carro de armas tirado por caballos que en 1952 llevó el ataúd del rey Jorge VI desde la iglesia de Sandringham hasta la estación de Wolferton.
Junto a sus hijos, los príncipes Guillermo y Enrique, y otros miembros de la familia real, el rey Carlos III caminó detrás del carro de armas, custodiado a sendos costados por una escolta de dos oficiales y 32 soldados del Primer Batallón de la Guardia de Granaderos, con uniformes rojos y gorros de piel de oso.
En medio de una lluvia de aplausos, miles de británicos saludaron el paso del féretro cubierto por el Estandarte Real y adornado con la Corona del Estado Imperial sobre un cojín de terciopelo morado.
De fondo, disparos de artillería en intervalos de un minuto despedían a la reina y la campana del Big Ben también sonó a intervalos de 60 segundos, mientras la banda de la Guardia Escocesa y de la Guardia de Granaderos interpretaron marchas fúnebres de Beethoven, Mendelssohn y Chopin.
CEHR