La líder de extrema derecha Giorgia Meloni, de la coalición Hermanos de Italia, se impuso con un margen de 16 puntos sobre sus rivales, convirtiéndose en la virtual primera ministra, la primera mujer en llegar al cargo, avivando los temores del ascenso de esa tendencia en Europa.
A casi ocho décadas de la Segunda Guerra Mundial y de la era de Benito Mussolini, la nación tendrá de nuevo un gobierno de ultraderecha, pues su alianza con La Liga, Forza —del exmandatario conservador Silvio Berlusconi— y Nosotros Moderados sumó 43 por ciento de la preferencia según el recuento preliminar, de la que más de la mitad corresponde sólo a su fuerza (26.1%), lo que representa seis veces más que el cuatro por ciento en las elecciones de 2018 y que desató una fiesta anoche en ciudades de Italia por la victoria de quien votó media hora antes del cierre de esta jornada.
Con los resultados con un margen de error de 3.5 por ciento, la ultraderechista de 45 años con orígenes neofascistas confirmó las previsiones, y tendrá la mayoría con un máximo de 393 lugares en el Congreso 257 de 400 escaños y 111 de 200 puestos más, según las proyecciones al cierre de la edición, y tiene un amplio margen para maniobrar en uno de los periodos más complicados, pues a dos meses de la renuncia del exbanquero Mario Draghi enfrenta retos como la inflación y la estabilidad económica, la continuidad de la lucha contra el Covid-19 y el apoyo a Ucrania, ante uno de los principales problemas que enfrenta el continente.
En estos tiempos difíciles necesitamos más que nunca amigos que compartan una visión y un enfoque comunes a los desafíos de Europa...Viktor Orbán<br>Primer ministro de Hungría
Incluso, con el mínimo del porcentajes, Meloni, quien ha prometido defender los valores sociales y gobernar para todos, superaría los 300 espacios en ambas Cámaras, pero aun con esa ventaja también tendrá un reto como su antecesor al mantener la unidad en su coalición, pues dos de los aliados, Matteo Salvini y Berlusconi, tienen sus propios asuntos para pelear con investigaciones en curso por secuestro y escándalos, respectivamente, pero igual podrían ser parte del gabinete de la populista.
Estos resultados ponen en la mira al Movimiento Cinco Estrellas, que rompió con Draghi, con miras a tener más participación, pero se quedó como tercera posición con 14 por ciento del voto, detrás de Hermanos de Italia y el Partido Democrático (PD), de Enrico Letta.
Este triunfo se ve empañado por un revés, pues los de ayer fueron los comicios con una de las peores participaciones en los últimos años al rebasar apenas el 60 por ciento de los más de 50 millones de votantes convocados, 10 puntos menos que en 2018, lo que ya se adelantaba horas antes, pues los datos al momento daban un máximo de 50 por ciento.
Este resultado muestra un crecimiento de la extrema derecha en Europa, pues asumirá el gobierno de la tercera economía más grande de la Unión Europea (UE) en medio de un moderado discurso de Giorgia Meloni, pues por sus tendencia levanta dudas sobre la conducción de éste, aunque ella aseguró que evitará turbulencias; no obstante, pese a la cautela vigilan el giro regional y en los últimos días, el canciller alemán alertó que un triunfo de la extrema derecha significaría un retroceso en la región.
Y es que esta tendencia podría extenderse por el continente con un bloque integrado con los otros gobiernos de la lista: Hungría —el más extremista—, Polonia y Turquía, o los dos primeros si se cuenta únicamente a los de la UE.
Sin embargo, aún se encuentra por debajo de otras visiones como centro-derecha y centroizquierda, cada una con 12 representaciones, seguidos del centro, pero mantiene en alerta a los gobiernos europeos y de la Unión Europea (UE).
En este escenario el dictador húngaro Viktor Orbán ya busca un acercamiento, pues tras el triunfo virtual celebró la llegada de otro gobierno de derecha en el bloque y resaltó a través de su cuenta de Twitter que hay una visión similar para enfrentar desafíos en la región.
Esto representa un espaldarazo, pues a inicios de mes los eurodiputados afines a Meloni rechazaron una resolución con la que se condenaba como autocracia al régimen de Hungría.
También se sumó al furor el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, quien externó sus felicitaciones a Meloni, evidenciando el apoyo a la posfascista, pues también cuenta con el respaldo de partidos ultraderechistas de España y podría encontrar coincidencia con Suecia, en donde en días pasados avanzó esta tendencia al dar a la derecha una amplia mayoría en el Congreso.
Además, las elecciones ocurren a cinco meses de la votación presidencial en Francia, antecedente del ascenso de esta tendencia extrema, cuando la ultraderechista Marine Le Pen acortó la distancia electoral con el presidente Emmanuel Macron, quien fue reelegido, pese a la amenaza rival.
