Tijeras y cabello en mano se han convertido en una constante en las mujeres iraníes desde hace 10 días, hecho ante el que el régimen responde con más represión, misma que ya cobró 75 vidas, de los que al menos seis son niños, según Iran Human Rights.
Dicha cifra contrasta con el reporte oficial que hasta ayer contabilizaba al menos 41 decesos, sin confirmación de que éstas han sido víctimas del régimen, pues el gobierno y las fuerzas de seguridad sostienen que los únicos responsables de esta violencia son los “vándalos”.
Pero la organización asegura que día a día hay más evidencia en video de que las autoridades usan municiones reales contra los manifestantes.
En tanto, el régimen dijo que a más de una semana de los reclamos por la supuesta brutal violencia contra Mahsa Amini, por una norma islámica que repudia la población, ya hay más de mil 200 detenidos en el país, entre ellos al menos unos 10 periodistas, según el Comité para la Protección del sector.
Con ello, el gobierno intenta poner en evidencia a sus críticos, pues insistió que ellos han provocado la escalada que persiste en la región. Y ante la negativa de los manifestantes a cesar en sus protestas, el gobierno amagó nuevamente que cada día será más firme contra quienes violentan la paz, pero las mujeres siguen cortando su pelo en protesta y arrancado el hiyab en la nación y fuera de ésta.
Incluso, ayer se difundieron imágenes del momento en que rocían con gas lacrimógeno a los inconformes en varias regiones del país, lo que ha provocado la condena de la comunidad internacional.
