El gobierno y las fuerzas armadas de Ucrania denunciaron al régimen ruso por sumar aliados a la guerra, luego de que se revelara que en su plan de terror contra civiles usó armamento iraní, aunque esa nación se deslindó del suministro al Kremlin.
En su más reciente ofensiva, el ejército de Vladimir Putin dejó entrever la falta de armas propias al recurrir por segunda ocasión este mes a equipo de fabricación iraní, pues ayer lanzó drones kamikazes contra Kiev y otras ciudades, una semana después de usar aparatos similares en su ofensiva contra decenas de territorios, principalmente en zonas residenciales.
Los defensores detallaron que los ocupantes usaron más de una treintena de aeronaves no tripuladas contra viviendas e infraestructura civil, lo que provocó el deceso de al menos cuatro personas, entre ellas una mujer que tenía seis meses de embarazo.
Pese a la nueva ofensiva, el ejército de Volodimir Zelenski resaltó que interceptó ocho drones teledirigidos y capaces de destruirse tras dar con un objetivo; cuyos restos permitieron identificar equipo Shahed-136 fabricado en Teherán, lo que evidencia la participación del régimen de Ebrahim Raisi.
Ante esta presunta complicidad, líderes ucranianos y pobladores demandaron a Irán dejar de suministrar armamento a Putin y esclarecer esta presunta colaboración, pues Zelenski aseveró que esto demuestra que apoya el terror tras ataques destinados a matar civiles y golpear casas, de acuerdo con un mensaje que publicó en su cuenta de Facebook.
Sus declaraciones tuvieron eco en el país, pues su ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, recriminó la cooperación de esta nación con un Estado “terrorista”, pues entregar armas a Rusia lo “convierte en cómplice de crímenes de guerra y ataques terroristas”. Postura que replicó el asesor presidencial, Mijailo Podoliak, quien aseveró que los iraníes que dotan de armas a los ocupantes también deben ser sancionados por tal implicación en una invasión que hoy cumple 237 días.
Sin embargo, Irán se deslindó de suministrar drones a Rusia al afirmar que en este conflicto no apoya a ninguno de los bandos. Incluso, el Ministerio de Exteriores de Raisi aclaró “no hemos proporcionado armamento”.
Y se lanzó contra Estados Unidos al acusar que los señalamientos provienen de fuentes occidentales, pero sin responder a las voces ucranianas que lo tachan de cómplice, pues datos de Inteligencia revelan que podría enviar también misiles balísticos a Moscú, por lo que aliados de Ucrania como Estados Unidos y la Unión Europea (UE) analizan posibles sanciones en contra de la nación que vive su propia crisis, en medio de marchas masivas en contra de la represión y el asesinato de Mahsa Amini, en caso de que se compruebe un nexo.
Este apoyo provocó el repudio de decenas de víctimas quienes se manifestaron en la embajada iraní en Kiev para exigir sanciones contra los cómplices de un gobierno terrorista. Con pancartas, veladoras y objetos que muestran el impacto de la guerra, ciudadanos, principalmente mujeres, tildaron a la nación de terrorista por ser parte de la embestida rusa.
Pero no es el único país que respalda al ejército de Putin, pues mientras éste presume que ya concluyó el reclutamiento, sin especificar si sumó a 300 mil reservistas como esperaba, se reportó que soldados bielorrusos aguardan en la frontera con Ucrania para un posible despliegue en favor de los del Kremlin. Fuentes de Inteligencia indican que entre rusos y soldados del gobierno de Aleksander Lukashenko hay hasta ocho mil hombres en espera de reforzar a los invasores.
Pero en esta escalada, los ocupantes acumulan pérdidas y bajas, pues aliados de Zelenski alistan nuevas sanciones en su contra y hasta el entrenamiento de defensores para reforzar su lucha.
Además, militares rusos provocaron la muerte de al menos seis residentes en Yeysk, luego de que un avión de combate golpeara y provocara un incendio en un edificio de departamentos.
Según el Ministerio de Defensa de Putin, el incidente fue provocado por la falla en uno de los motores del avión supersónico en un vuelo de entrenamiento minutos después de despegar, pero medios disidentes señalaron que pudo tratarse de un ataque fallido, pues la región se ubica a orillas del mar de Azov, que conecta con Ucrania.
El hecho dejó 19 heridos y provocó el desalojo de cientos de personas, pues el incendio afectó al menos 17 departamentos del lugar. Y hasta anoche seguían las labores de rescate, pues al menos seis de los residentes siguen desaparecidos.
