En menos de 24 horas Norcorea realizó el mayor lanzamiento de misiles de advertencia en aguas regionales con hasta 27 disparos, lo que Corea del Sur y su aliado Estados Unidos calificaron de “intolerable”, pues de nuevo alcanzó aguas de Japón.
Por primera vez el ejército de Pyongyang registró un número récord de disparos en un día en una intensificación que comenzó desde el mes pasado con múltiples pruebas, pues equivale a casi la mitad del total ejecutados en lo que va del año, aumentando la tensión con el país vecino y en la región oriental.
Además, al ser el ataque más cercano a los límites marítimos del sur equivale a “una invasión”, según Yoon Suk-yeol, pues uno de los proyectiles cayó a unos 26 kilómetros de distancia de las costas de Seúl, según lo denunciado por esas fuerzas, elevando el riesgo desde la división de la península, pues están preparados para interceptar misiles como el que ayer activó las alertas de posible impacto.
La escalada comenzó minutos antes de las 07:00 horas de ayer, según datos del Estado Mayor Conjunto surcoreano, recogidos por la agencia regional Yonhap.
Los soldados de Seúl detectaron los primeros cuatro lanzamientos de corto alcance hacia el mar Amarillo, hecho al que respondió de inmediato con un número similar de proyectiles SLAM-ER hacia aguas internacionales a una distancia similar a la que los atacantes hicieron el más próximo, para reiterar que no se intimidan ante el poderío del rival, pues tienen una capacidad similar.
Pero el intercambio no bajó las tensiones y el ejército de Jong-un aceleró sus pruebas, pues, pese a una pausa, casi dos horas después lanzó tres más ahora hacia el mar del Este, una importante escalada en medio de ejercicios conjuntos de Corea del Sur con Estados Unidos.
Dicha provocación ya no tuvo respuesta armada inmediata de Seúl, que acusó que su rival es el que sigue generando tensiones por la molestia en torno a la colaboración de tropas enemigas con Washington, lo que aprovecharon los norcoreanos para lanzar después la mayor andanada con hasta 10 misiles tierra-aire, casi la mitad del total ejecutados con éxito en ambos lados de las costas de la península que vive momentos críticos.
Pero la situación no se contuvo ahí, pues por la tarde los soldados de Jong-un hicieron dos pruebas en el día más tenso de los últimos años con otros seis proyectiles.
Y sin importar las críticas internacionales por agravar la situación global, en referencia a la guerra que Rusia, régimen aliado de Norcorea, mantiene en Ucrania, también puso a prueba su artillería con hasta un centenar de disparos.
Dichas acciones, que algunos gobierno calificaron de “temerarias”, avivan los riesgos de que Pyongyang podría estar preparando una prueba nuclear muy pronto, hecho que también han advertido otras naciones.
Ante ello, el mandatario Suk-yeol convocó a una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para evaluar una respuesta “rápida”, contener al país vecino y hacer que pague por sus provocaciones, al tiempo que envío a sus aviones de caza para vigilar la zona.
Y fue respaldado por el gobierno de Joe Biden, pues sus fuerzas armadas dijeron que mantendrán su apoyo a Seúl, pues no tolerarán el “comportamiento imprudente” norcoreano, lo que no agradó a las tropas de Pyongyang. Mientras que otras potencias, como China y en Europa, pidieron rebajar la tensión.
Sin embargo, los llamados no generaron cambios y el régimen de Jong-un arreció las advertencias no sólo contra Seúl, sino nuevamente contra Japón, pues la isla emitió una alerta de posible impacto, hecho que no ocurrió.
Ésta es la segunda amenaza contra territorio nipón en casi un mes, lo que lo obligó a ordenar a sus ciudadanos la búsqueda de refugio por un peligro inminente, pues el proyectil sólo cruzó su espacio aéreo.
Y horas después aumentó la escalada con otros tres misiles nuevamente cerca de las costas del gobierno surcoreano.
JVR / RFH