Ni la mayor jornada balística de Norcorea frenó los lanzamientos de misiles, pues redobló sus amenazas contra Corea del Sur con tres nuevos proyectiles, entre ellos uno intercontinental, luego de que la nación vecina reforzó su alianza con Estados Unidos en franco desafío.
El régimen de Kim Jong-un probó nuevamente sus proyectiles ahora sólo en la costa Este de la península coreana casi al tiempo en que advirtió a Seúl y Washington que no dudará en mantener las represalias ante la decisión de éstos por extender los ejercicios conjuntos que realizan desde el mes pasado.
Con ello, el líder norcoreano demostró que no le inquieta el amago de su homólogo, Yoon Suk-yeol, de aplicar sanciones en su contra ni las condenas internacionales por las tensiones en la región y prevé continuar con estas acciones si la nación vecina lo “provoca” nuevamente.
Incluso, el Estado Mayor Conjunto reveló que uno de los lanzamientos fue intercontinental, el séptimo en lo que va del año, de acuerdo con la agencia Yonhap, y en las últimas 48 horas rebasó los 30 misiles.
Sin embargo, las fuerzas surcoreanas se burlaron del nuevo intento de asedio al referir que ese lanzamiento fracasó y el mundo fue testigo, pues según datos de sus fuerzas tras un recorrido de 760 kilómetros falló en pleno vuelo y no completó la trayectoria prevista, aunque los de Pyongyang no hicieron énfasis en el tema.
Por ello, recalcaron que no se dejarán intimidar por un régimen que insiste en hacer pruebas con misiles y artillería y reiteró que mantendrá y extenderá los ejercicios junto a las Fuerzas Armadas amigas, hecho que respaldó el gobierno de Joe Biden al instar a Jong-un a “abstenerse de realizar más actos ilegales y desestabilizadores”, el día en que el ministro de Defensa de EU, Lloyd Austin, recibió a su homólogo Lee-Jong-sup, en la zona.
En tanto, ese régimen advirtió que ambos enemigos “pagarán” por su peligrosa decisión de prolongar ejercicios aéreos y navales, pues ponen en riesgo la estabilidad regional.
