Responde a llamado de EU

Zelenski condiciona el diálogo con Rusia

El presidente de Ucrania afirma que retomará el proceso si el Kremlin sale del país y paga por sus crímenes; invasor sólo sabe dar ultimátums, critica su asesor Mijailo Podoliak

Un soldado ucraniano investiga un nuevo bombardeo en Ucrania, ayer. Foto: AP

Ante las presiones de países de Occidente para negociar la paz, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseveró que la única vía de volver a ese escenario es que su homólogo ruso, Vladimir Putin, acepte sus condiciones y abandone el país.

Para el líder defensor las prioridades para retomar la conversación con ese régimen son que el Kremlin castigue a los responsables de la invasión y repare el daño ocasionado, al recordar que los bombardeos rusos ya destruyeron hasta 40 por ciento las instalaciones energéticas y cientos de inmuebles como viviendas, hospitales y escuelas.

En respuesta a la sugerencia de Estados Unidos, ante la posibilidad de que se acaben los suministros que Kiev recibe del mundo, el mandatario admitió que podría cambiar su firme postura, pero insistió que para ello necesita contar con ciertas garantías por parte del invasor, hecho en el que podría participar la comunidad internacional.

Explicó que durante ocho meses el Kremlin no ha dado muestras de fiabilidad al matar a sus soldados y civiles inocentes incluso durante el cese el fuego, mientras que líderes cuestionan que el rival acate posibles nuevos acuerdos.

A través de un video compartido por su asesor Anton Gerashchenko, Zelenski sostuvo que una delegación ucraniana podría debatir con el enemigo siempre y cuando éste garantice la no repetición del ataque, restaurar la integridad territorial y respetar los estatutos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Con ello busca la salida inmediata de los soldados rusos, responsables de múltiples crímenes de guerra, y obligar a Putin a desistir de su intento de apropiarse de sus territorios, luego de la anexión ilegal de Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jerson, reclamo que también abarca Crimea, territorio en disputa desde 2014.

Insistió que desde antes de que Rusia comenzara a bombardearlos en febrero pasado su gobierno tuvo acercamientos con el rival para evitar el conflicto, pero éstos calificaron de exageradas sus cláusulas o contrapuntearon con planes en sentido contrario, lo que recuerda la visión del Kremlin de que sin Rusia hoy Ucrania no existiría.

En ese tema, Occidente ve la negociación como una opción viable, pues con los avances de las tropas defensoras, al replegar y provocar severas pérdidas a los enemigos, es posible tomar la batuta ante el revés sufrido por Rusia en Jerson, una de las regiones que Putin aseveró le pertenece desde octubre pasado.

Su postura fue respaldada por el principal negociador ucraniano, pues el asesor Mijailo Podoliak recalcó que no pueden confiar en un régimen que sólo da ultimátums, hecho que no permitirán.

Incluso ironizó en el significativo del proceso, al recordar a través de su cuenta de Twitter que los invasores usan las negociaciones y el alto al fuego como una oportunidad para reforzarse y suministrar armas a sus tropas. Y agregó que para Ucrania éste es un tema serio, pero para los rusos parece un “juego”, en el que el mundo debe aceptar su imposición con sus nuevas fronteras, al apropiarse de territorios ucranianos.

En tanto, en el campo de batalla Ucrania advirtió que los bombardeos en instalaciones energéticas no los intimidan y que cuentan con recursos suficientes para sobrellevar el invierno, uno de los peores que se anticipan en la región.

El primer ministro, Denis Shmyhal, desafío al invasor, pues dijo que, aunque han derribado gran parte del sector energético, aún cuentan con recursos y 1.5 toneladas de carbón, aunque no hubo respuesta de Rusia ni en torno al terror energético ni a la posible negociación.