Con la derrota demócrata a cuestas en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la presidenta del recinto, Nancy Pelosi, confirmó que el próximo periodo dejará el liderazgo de la bancada al asegurar que llegó el momento de ceder la batuta a las nuevas generaciones.
La legisladora de 82 años reveló ante sus aliados “no buscaré la reelección al liderazgo en el próximo Congreso” en lo que definió como el “corazón de la democracia estadounidense”, pero se mantendrá en el recinto, pues en las elecciones intermedias fue reelegida para otro periodo, en una etapa que arranca hasta enero del 2023.
Un día después de que los republicanos les arrebataran la mayoría en el recinto, la demócrata, a quien el presidente Joe Biden calificó como “la líder más importante en nuestra historia”, se dijo contenta con su trabajo legislativo de 35 años tras afianzarse como la de mayor rango en las últimas dos décadas.
Sin embargo, tal como lo anticipó desde el 2020, esa racha terminaría, proceso en el que según líderes y medios de EU su sucesor podría ser el legislador Hakeem Jeffries, 30 años menor, quien de confirmarse en esa posición será el primer funcionario de raza negra que asume el control de la bancada demócrata, esta vez como minoría, pues los republicanos alcanzaron el poder con 218 asientos.
En su amplio discurso en el que destacó que jamás imaginó llegar a tan alto puesto, pues brincó de ser ama de casa a líder de la Cámara baja, Pelosi resaltó el trabajo forjado desde 1987 cuando asumió su primer periodo como legisladora, casi 30 años después de pisar por primera vez el Capitolio.
Y exhortó a sus compañeros a mantener el coraje, como hasta ahora, para hacer historia en varios frentes, pues incluso enumeró algunos logros bajo la administración de tres presidentes, aunque en realidad trabajó bajo cuatro mandatarios, pero no contó a su rival, el republicano Donald Trump.
En su resumen del trabajo legislativo destacó inversiones históricas en energías limpias con George Bush, la reforma transformadora en Salud con Barack Obama y la infraestructura médica y lucha climática en sólo dos años del gobierno de Joe Biden.
Dicha lista fue un claro mensaje contra Trump, el responsable de la mayor amenaza a la democracia y al Capitolio en la historia de EU, pues precisó “hemos sido testigos de su fragilidad de primera mano, trágicamente, en este salón”, sin hacer alusión directa al magnate que enfrentó un impeachment por esos actos y aún siguen bajo investigación por un Comité legislativo demócrata.
Por ello, recalcó a sus compañeros actuales y del próximo Congreso la necesidad de trabajar con coraje, fortaleza y respeto a la democracia.
Ejemplificó que contar con apoyo ciudadano para convertirse en legislador significa que se les confía la encomienda de preservar la justicia, asegurar la tranquilidad nacional, promover el bienestar general y asegurar la libertad para la población actual y para la posteridad, al puntualizar que cada acción en el Congreso tendrá eco para el futuro como su mayor herencia, al recordar hechos históricos en referencia a la abolición de la esclavitud, el derecho de las mujeres a votar y el seguro Medicare.
Pelosi insistió que al dar paso a las nuevas generaciones, se busca que quienes llegan por primera vez al Congreso velen, como ellos lo han hecho, por la ciudadanía y las generaciones venideras.
Y adelantó que en este panorama se ve como mentora de los nuevos legisladores —quienes asumirán el cargo poco más de seis semanas— y como guía para los líderes al ratificar que ya no se ve como la vocera de este grupo.
Asimismo, resaltó que deja el liderazgo con una gran cosecha, pues en todo este tiempo aumentó la presencia de mujeres al pasar de 12 representantes en la década de los 80 a más de 90 en la actualidad, lo que desató los aplausos de los demócratas. Pero no es el único avance en temas de género y de raza, pues reconoció que en el nuevo Congreso hasta 75 por ciento de los integrantes serán mujeres, personas de color e integrantes de la comunidad LGBTQ.
Para algunos el anuncio de la legisladora es un adelanto de su retiro político cuando concluya su gestión que durará seis años más, pues desde el 2020 puntualizó que ya no buscaría otro periodo como dirigente, decisión en la que fue clave la agresión contra su esposo, Paul Pelosi, quien fue golpeado violentamente en su casa por un extremista que planeaba secuestrar a la congresista.
fgr