Mujeres de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Japón y otros países promueven la polémica tendencia de Tradwife (abreviatura de Mujer tradicional en inglés) en redes sociales con las que las mujeres retroceden a la sumisión, al elogiar la época en la que este género se dedicaba enteramente a ser amas de casa y dedicarse de lleno a su familia y a las labores del hogar.
Con hashtags como #TradWife y #MujerSumisa, mujeres principalmente de raza blanca y de clase media alta impulsan desde hace años este movimiento para abocarse completamente al hogar, el cuidado de sus hijos y la total atención a sus maridos, hecho en el que recalcan la importancia de la sumisión ante ellos, como ocurría en la década de los 50.
Destacan que para volver a este papel de ser inferiores a los hombres las mujeres deben renunciar a su vida actual, como su trabajo, actividades profesionales y hasta hobbies, lo que supone un revés en los derechos ganados, pues critican la igualdad entre hombres y mujeres, pese al terreno ganado en este lucha en el que ellas ya no son vistas únicamente como amas de casa, sino líderes y proveedoras del hogar, quienes que ocupan cargos importantes en cualquier sector más allá del género.
Impacto de DANA aún no termina, advierte España con 158 muertos
Pero la polémica se centra en las nuevas prioridades de la mujer o al menos de la denominada “mujer tradicional” (identificada por algunos medios como de extrema derecha) para que vuelva al hogar, mejore sus aptitudes en la cocina y la limpieza y dedique más tiempo a cuidar su imagen, para lucir perfectas, impecables, atractivas y más “femeninas”, según usuarias de redes sociales como Instagram y TikTok, mismas que critican a las mujeres solteras y sin hijos o que dependen de electrodomésticos tecnológicos para cocinar.
Incluso, algunas influencers, entre las que se reconoce a la cuenta The Darling Academy, promueven estas acciones con videos para enseñar a otros mujeres a ser más perfectas, consentir a la familia y tener siempre la casa en óptimas condiciones.
Sin embargo, algunas mujeres cuestionan estas acciones, pues representa una degradación de la mujer no sólo ante su pareja sino ante todos los hombres y un retroceso a la sumisión y al machismo, contrario a lo que luchan con la ola feminista, pues no sólo se trata de renunciar al trabajo, sino a derechos elementales como la independencia financiera, reconocimiento como persona garante de derechos.
Y en redes sociales destacan críticas a ideologías para hacer creer a las mujeres que dependen de un hombre y una familia para una vida exitosa; pero las defensoras de este movimiento sostienen que no va contra el feminismo, pero tampoco les gusta hablar de ese tema. Mientras que otras señalan que la feminidad no debería estar pelada con los derechos de la mujer.
DGM