Más de un centenar de víctimas se sumaron a la cifra letal en 24 horas tras el terremoto de magnitud 5.6 en Indonesia, según el nuevo recuento de daños al contabilizar 268 decesos.
Autoridades confirmaron que en su mayoría se tratan de niños que fallecieron al quedar atrapados entre escombros en escuelas, principalmente en Java y Cianjur, en donde las familias llaman a continuar la búsqueda, pues aún hay hasta 150 personas desaparecidas.
Y los daños se siguen acumulando, pues la cifra de personas heridas se triplicó al pasar de 326 a mil 083. De éstos más de 300 se encuentran en condición grave y algunos siguen en espera de atención médica. Pese a severos golpes o hasta fracturas, siguen recostados en camillas y catres improvisados, y a más de un día de acudir al hospital sólo se les han colocado intravenosas para evitar que su condición empeore, a la espera de mayores tratamientos, debido a la saturación de los servicios sanitarios, de acuerdo con la Agencia de Gestión de Desastres local.
En tanto, ya suman más de 22 mil viviendas afectadas y la nación aún es sacudida por hasta 118 réplicas desde el siniestro, aunque éstas últimas apenas alcanzaron una magnitud de 4.2, según el sistema sismológico.
Aunque las esperanzas son bajas por la falta de acceso y el tiempo transcurrido, los cuerpos de emergencia mantienen las labores de rescate en espera de más herramienta y equipo para ingresar a edificios convertidos en escombros. Sin embargo, muchas de estas acciones se transformaron en recuperación de cuerpos, que son trasladados a la morgue para la identificación correspondiente.