Las fuerzas ucranianas luchan a contrarreloj por recuperar el suministro eléctrico tras los bombardeos por los que sólo 30 por ciento de la población en Kiev cuenta con suministro eléctrico.
Un día después de la segunda peor ofensiva en casi una semana, el gobierno de Volodimir Zelenski admitió una intensificación en la estrategia de “terror energético”, luego de que algunas empresas se vieran obligadas a suspender labores por los apagones y el máximo operador en la nación invadida, Energoatom, advirtió que el riesgo nuclear ronda de nuevo la planta de Zaporiyia.
De acuerdo con el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, y el Ministerio de Energía debido a los ataques sólo 30 por ciento de la capital cuenta con suministro eléctrico, por lo que persisten los apagones, pero destacan que, pese a los golpes en los que decenas de misiles alcanzaron infraestructura crítica, la mayoría de regiones mantiene servicio de agua potable, que en días pasado fue cortado por la falta de bombeo.
Por lo que el líder regional llamó a mantener la esperanza, mientras que el presidente aseveró que, aunque la situación es difícil, “cada hora devolvemos la energía”. En tanto, empresas eléctricas admitieron que ante los fuertes golpes retomarán los apagones y racionamiento del suministro por hasta tres horas diarias, hasta que se recupere el servicio en su totalidad, pero que podría extenderse durante el invierno, pues el enemigo amagó con continuar tal estrategia.
Con estas acciones, los defensores ven una señal de las tropas del Kremlin de atemorizar tanto civiles como a los soldados en medio de condiciones climáticas adversas, hecho por el que especialistas duplican esfuerzos para recuperar dichas instalaciones y restablecer el servicio esencial para evitar graves afectaciones a menos de un mes de la etapa en que aumentará la dependencia de la luz y la calefacción, debido a las altas temperaturas que se esperan.
Rusia quiere que los ucranianos no sólo se queden sin luz y calor, quiere aislarnos unos de otros...Volodimir Zelenski, Presidente de Ucrania
Horas antes Moscú sostuvo que los golpes a infraestructura clave persistirán mientras se resistan a cumplir con las demandas de Vladimir Putin para detener la guerra. El vocero ruso, Dmitri Peskov, detalló que cada lanzamiento tiene un blanco específico en referencia a supuestas amenazas militares, hecho que corroboró el Ministerio de Defensa invasor al sostener que los recientes ataques iban dirigidos contra el sistema de mando del Ejército de Zelenski y las instalaciones energéticas, descartando nuevamente el ataque a civiles, pese a la evidencia mostrado por los aliados de Ucrania.
Dicha estrategia no sólo impacta en los hogares, pues alcanzó a la industria. La mayor empresa de producción siderúrgica frenó ayer por completo al afirmar que, ante el bajo suministro, es imposible mantener operaciones.
Justo al cumplirse nueve meses de la invasión, la principal firma en la materia, ArcelorMittal, declaró que no puede continuar debido a que “la cantidad de electricidad es insuficiente para respaldar la producción”, ya que de acuerdo con el diario Kiev Independent el nivel actual no da ni para 20 por ciento de las actividades que han seguido, pese a los bombardeados.
En tanto, la operadora energética Energoatom advirtió que el sector nuclear se encuentra otra vez en una fase peligrosa de catástrofe, como anticipó desde hace meses la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés).
El titular de la empresa, Petro Kotin, reveló a Reuters que “existe un peligro real de que se produzca una catástrofe nuclear y de radiación”, luego de recordar que ante la falta de electricidad crece el riesgo de que falle el sistema de enfriamiento de la principal planta nuclear, que sigue bajo control del enemigo.
Agregó que a diferencia de escenarios similares durante meses previos, los nuevos apagones provocaron que el complejo se quedara sin generadores de respaldo, aunque no enfatizó cuántos días más puede resistir esta planta ante una posible catástrofe.
Dichas acciones podrían replicarse en otros sectores por el asedio constante de los soldados rusos que en plazos de 24 horas han lanzado hasta 90 misiles contra la nación, en sus intentos por doblegar a la resistencia. Sin embargo, el presidente Zelenski recalcó que su pueblo aguantará “la venganza de los que perdieron”, por el repliegue en Jerson —región que se anexó el Kremlin hace más de un mes—. E impulsó a sus fuerzas al resaltar que cada hora recibe nuevos informes de recuperaciones territoriales.
No obstante, a la presión rusa se suma la de Bielorrusia, pues el presidente del país vecino, Alexander Lukashenko, advirtió que mientras Zelenski se resista a negociación con Moscú sólo provocará “una destrucción completa”.