En febrero de este año, la multipremiada jugadora de basquetbol, Brittney Griner, fue detenida por posesión de cartuchos para vapeo con cannabis en Rusia, país al cual acudió para jugar en el torneo Premier League local y en donde, con el pasar de los meses, ha empeorado su situación jurídica, pues recientemente fue trasladada a la prisión femenil IK-2, señalada por activistas locales por dar tratos inhumanos a los presos.
Sin embargo, antes de protagonizar este episodio, que ha escalado hasta en negociaciones entre autoridades de Estados Unidos y Rusia, Brittney Griner ya era destacada en la vida pública, tanto por su desempeño en la liga estadounidense femenil Women’s National Basketball Asociation (WNBA) como por anteriores controversias.
Historias de éxito
Brittney Yevette Griner nació en Houston, Texas, en 1990. Según declaraciones en entrevistas, pasó su infancia como víctima de acoso escolar, entre otros motivos, a causa de su alta estatura. Sin embargo, esta cualidad le jugó a favor tiempo después, dado a que, después de un notable desempeño en el equipo local de Texas, llegó a la WNBA en 2013 para ser de las estrellas del Phoenix Mercury.
Así, a lo largo de su carrera, logró destacar a través de premios como el Wade Trophy, condecoración para las mujeres basquetbolistas, el cual ganó dos veces: 2012 y 2013. Asimismo, recibió reconocimientos en el mismo sentido de AP (2012), ESPY (2012), Honda (2012), NCAA (2012) y la misma WNBA (2017, 2019).
También, jugó con la selección de Estados Unidos en los Olímpicos de Río 2016, en donde llevó al equipo a su octavo título. Asimismo, formó parte de la selección para los Olímpicos de Tokio de 2021, en donde se llevó una medalla de oro.
Controversias en el juego
Fue en 2020 cuando Brittney Griner apareció por primera como protagonista de una controversia dentro del mundo del deporte. En medio de las protestas por brutalidad policial originadas a raíz del asesinato de George Floyd, se pronunció a favor de que, a modo de protesta, se retirara el himno nacional estadounidense de los juegos de la WNBA, petición que, de no cumplirse, provocaría su salida de las salas al interpretarse la pieza.
Esta declaración le ha dado a Griner simpatía y críticas al mismo tiempo, pues mientras unos celebran su postura, otros comentaristas la acusan de hipocresía por haberse manifestado de esa forma cuando, ahora, pide ayuda con su arresto en Rusia al gobierno de Estados Unidos.
Sin embargo, anteriormente, la basquetbolista ya se había visto envuelta en otra controversia; esta vez, de carácter sentimental.
En 2013, Griner se declaró públicamente homosexual y, en mayo de 2015, contrajo matrimonio con Glory Johnson, otra jugadora de la liga. Pero, meses antes, en mayo, ambas jugadoras fueron arrestadas por desorden y conducta inapropiada tras protagonizar una pelea que terminó en violencia física. Por este hecho, tanto Griner como Johnson fueron suspendidas de los partidos siguientes.
En 2015, Johnson se embarazó de Griner a través de la técnica de fertilización in vitro. Sin embargo, una serie de disputas relacionadas con la maternidad terminó en la separación de la pareja, en 2016, lo cual dio pie a que Griner volviera a casarse tres años después, ahora con Cherelle Watson.
Problema en Rusia
En febrero de 2022, Brittney Griner fue detenida por autoridades rusas en un aeropuerto al encontrarle éstas cartuchos con preparación cannábica para cigarro electrónico en su equipaje. Después de meses de juicio y negociaciones, no sólo no se ha logrado resolver su situación, sino que ha cambiado en detrimento de la jugadora, debido a su traslado a la prisión femenil IK-2.
Activistas rusos y europeos han declarado a medios internacionales las condiciones adversas en las que viven los presos que llegan al lugar. Nadya Tolokonnikova, integrante del grupo musical activista ruso Pussy Riot, comentó a la cadena NBC que, en la prisión IK-2, de acuerdo con su propia experiencia, “las condiciones son como de esclavitud. Algunos deciden suicidarse, lo que ni siquiera es fácil en esos lugares”.
“Enviaron a Brittney Griner a la peor prisión de toda Rusia. Allí trabajan 16 horas diarias cosiendo y confeccionando uniformes. Hay heridos porque el material y la maquinaria están en mal estado. Las palizas y las torturas son normales, casi no hay asistencia médica”, comentó Nadya Tolokonnikova a NBC.
AM
