Rusia rechazó la propuesta de la Unión Europea (UE) para que un tribunal especial juzgue a soldados de ese régimen por presuntos crímenes de guerra durante la invasión en Ucrania.
“No los aceptamos y los condenaremos”, aseveró el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, de acuerdo con agencias, pues sostuvo que tales acciones no serían legítimas, cuando su gobierno ha sido cuestionado por la comunidad internacional por actos ilegales como la reciente anexión de cuatro territorios ucranianos (Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia).
Incluso, desafió tal estrategia al señalar que sólo se habla en contra de Moscú, pero esa nación insistió que también ha documentado crímenes de guerra por parte de las fuerzas defensoras, mismos que asegura no todos son recientes, pues muchos de éstos comenzaron en 2014 (fecha en que el Kremlin se anexó Crimea); y repudio que Occidente prefiera concentrarse sólo en hechos recientes para apoyar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski.
Y es que ambas naciones se culpan por ejecuciones, tortura y agresiones directas a causa de la guerra, lo que recuerda que el régimen de Vladimir Putin justificó el inicio de la invasión como una respuesta a una supuesta estrategia de exterminio nazi contra ucranianas que respaldaban a Rusia.
En tanto, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se lanzó contra los aliados de Ucrania al señalar que éstos cada vez tiene mayor participación directa en la guerra, con sus constantes apoyos económicos y militares, pues Kiev ha solicitado más armas y equipo de defensa.
Ante esta situación, el canciller de Putin advirtió que Occidente será el principal responsable si este conflicto escala a una guerra nuclear. A unos días de que Rusia suspendiera un diálogo en torno a la carrera armamentística, recalcó que el riesgo de elevar esta guerra es enorme y señaló directamente a gobiernos como Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia por actuar en contra de lo prometido a través de la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea (OCSE).
FBPT