Prevén 20 años de pena por rebelión y conspiración

Dictan prisión a Castillo; México gestiona asilarlo

Refuta defensa flagrancia en rebelión de expresidente peruano; le dan cárcel preventiva 7 días; embajador mexicano lo visita; Ebrard informa que exmandatario solicitó protección; le llamó a AMLO; presidenta de Perú pide a López Obrador cumplir con visita; éste señala que esperarán para reconocerla

En Lima, simpatizantes de Pedro Castillo exigen su liberación y chocan con la policía, ayer. Foto: Reuters

La defensa de Pedro Castillo rechazó la acusación de rebelión en Perú al refutar la supuesta flagrancia del delito; sin embargo, el juez del caso decretó prisión preventiva de siete días contra el expresidente.

Durante la primera audiencia, a menos de 24 horas de la aprehensión, su equipo legal, entre quienes se encuentra el ex primer ministro Aníbal Torres, calificó de irregulares las acciones contra su cliente al calificar de arbitraria la detención y asegurar que no hubo una orden judicial de por medio. Asimismo, criticó una “confusión” de términos al referir que no se puede hablar de flagrancia cuando el delito no se concretó.

Previo al proceso, se explicó que el izquierdista desconocía los cargos impu-tados, aunque según el expediente el acusado fue informado desde el momento de captura sobre éstos, apegados a los artículo 346 y 349 del Código Penal.

En respuesta, la Fiscalía puntualizó que, aunque el acto no llegó a la violencia, sí se transgredió el orden constitucional, pues el Estado de excepción no fue declarado por un ciudadano, sino “por el presidente de la república”, lo que implica un llamado a las armas, hecho en el que abre la puerta a posibles cómplices, pues se cree que aliados del gabinete redactaron el discurso que leyó horas antes de ser depuesto.

En los alegatos, los abogados de Castillo Terrones desmienten actos de violencia al negar alzamiento en armas.

Con estas bases, solicitó la permanencia de Castillo Terrones en el penal Diroes, en Ate, hecho que finalmente concedió el Poder Judicial, pues la parte acusadora consideró que hay un riesgo de fuga para negar la liberación o arraigo domiciliar por cargos por los que podría pasar hasta 20 años en prisión si el docente es declarado culpable.

De acuerdo con el expediente, el órgano a cargo de Patricia Benavides enlistó los riesgos de escape al sostener que cuando declaró el fallido golpe de Estado ya tenía un plan para huir junto a su familia al ratificar que “el plan de fuga inició una vez emitido su discurso en señal pública”, hecho que reconoció su chofer Josseph Michael Grandez López, quien declaró que al momento de ser interceptados conducía hacia la embajada de México en Lima, ubicada a siete kilómetros del Palacio de Gobierno.

A este peligro la autoridad sumó las declaraciones del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, documentadas en la nota “Si Pedro Castillo pide asilo a México, se lo damos”, del diario El Comercio, una especie de respaldo de México, que ayer confirmó el Presidente Andrés Manuel López Obrador al admitir que pidió abrir las oficinas en la capital para asilarlo.

También contempla las ganancias que el político de 53 años tuvo como mandatario, incluyendo los presuntos cargos de corrupción, pues dichos recursos le permitirían “solventar” su salida de Perú e “influir” en testigos para declaraciones en su favor. Y se adelantó que como parte del caso de conspiración ya se decomisó material en el Palacio de Gobierno y se prevé citar a declarar a su gabinete.

Gráfico

Pese a que continuará en prisión, hasta que se dicte lo contrario, un legislador de la fuerza política que llevó a Castillo al poder sugirió que el exlíder pudo ser influenciado para declarar la disolución del Congreso. A través de Twitter puso en duda las “facultades” del de origen indígena, en relación a su evidente nerviosismo al leer el discurso, por lo que recomendó realizarle una prueba toxicológica. Sin embargo, el partido pareció darle la espalda al expresidente al referir en un comunicado que la decisión de éste fue “precipitada”.

Al respecto, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y el expresidente de Bolivia Evo Morales urgieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitir medidas cautelares en favor de Pedro Castillo, al considerar que existe un riesgo a su integridad.

Por separado, coincidieron en que su aliado fue “arrinconado” mediante una conspiración política que se orquestó por meses, pues señalaron que Castillo Terrones enfrentó múltiples adversidades durante su corta gestión en Lima, en referencia a los tres intentos de declarar la “vacancia” del Ejecutivo. Sin embargo, el organismo no dio respuesta en la materia, por el contrario, admitió la legalidad de las acciones en contra del mandatario por el intento de quiebre constitucional.

Mientras que algunos ciudadanos protestaron en varios puntos de la nación para exigir su liberación, lo que provocó choques con la Policía.

Y en medio de este escenario de polarización en torno a las imputaciones contra Castillo Terrones, la nueva presidenta, Dina Boluarte, alista la confirmación de su gobierno para garantizar la estabilidad de la nación con apoyo de todas las fuerzas políticas, pues insistió que busca contar con la presencia de todos los sectores, aunque hasta el momento no cuenta con apoyo oficial de alguna bancada.

En este proceso para “reconducir” al país por la senda democrática adelantó que dará continuidad a los pendientes de su antecesor como la Alianza del Pacífico pactada para la próxima semana en Lima, luego del cambio porque Castillo no pudo viajar a México. Y aprovechó para lanzar un mensaje directo a su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para acelerar la presidencia pro tempore de la cumbre, pues dijo que confía en que el mexicano cumpla su compromiso de viajar a Lima y agregó que “lo vamos a esperar con los brazos abiertos”, sin hacer alusión a la polémica por la que México pudo asilar a Castillo el pasado 7 de diciembre o el ofrecimiento de hacer negociaciones para protegerlo.

Pedro Castillo pide asilo a México; SRE ya lo gestiona

El presidente depuesto de Perú, Pedro Castillo, solicitó asilo en la embajada mexicana, a través de un escrito que hizo llegar ayer y, en respuesta, las autoridades de nuestro país hacen gestiones ante el nuevo gobierno de la nación andina para atender la petición.

La solicitud de asilo político que presentó Pedro Castillo llegó a la embajada de México en Perú a través de su abogado, Víctor Gilbert Pérez Liendo, confirmó el representante diplomático mexicano en el país sudamericano, Pablo Monroy, al canciller Marcelo Ebrard.

Horas más tarde, Monroy le informó al secretario de Relaciones Exteriores que se había reunido con el expresidente Pedro Castillo, en el Centro Penitenciario.

“El embajador Pablo Monroy me reporta desde Lima que pudo entrevistarse a las 13:20 horas con Pedro Castillo en el Centro Penitenciario. Lo encontró bien físicamente y en compañía de su abogado”, escribió el canciller en Twitter y agregó que Castillo ratificó la solicitud de asilo en la embajada mexicana, la cual se entregó durante la madrugada.

Antes de las declaraciones del canciller, el Presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que el exmandatario peruano lo buscó vía telefónica porque quería llegar a la embajada mexicana.

“Castillo ha ratificado la solicitud de asilo recibida en la Embajada de México esta madrugada (2:00 AM) misma que les anexo para conocimiento de la opinión pública. Hemos procedido a iniciar consultas ante las autoridades peruanas. Les mantendré informados”, publicó el canciller.

En la misiva, Víctor Gilbert Pérez Liendo, abogado del exmandatario peruano, solicita al Presidente Andrés Manuel López Obrador que en “mérito a los últimos sucesos políticos acontecidos en este país, que son de su conocimiento en amplio detalle, solicito se sirva considerar otorgar asilo al ciudadano Pedro José Castillo Terrones, ello frente a la persecución infundada de órganos de justicia que han tomado un carácter político en sus actuaciones respecto a esa persona”.

Pérez Liendo advertía que las autoridades judiciales de Perú pretendían enjuiciar a Pedro Castillo por “meros anuncios de voluntad o intención que no configuran ningún ilícito penal (a lo mucho, actos preparatorios), habiendo esos órganos creado un clima de indefensión extrema y de persecución puramente política de todo aquel que piensa diferente al grupo oligárquico que impera sobre todas las instituciones del país, a tal punto que ni siquiera me han permitido acceder a él, a pesar de haberme identificado como su abogado defensor, por lo que es evidente el grave riesgo en que se encuentra el ciudadano Castillo Terrones. Ruego a usted aceda al presente pedido por ser en resguardo de su vida e integridad”.

Sus últimos momentos en libertad, Pedro Castillo Terrones buscó el apoyo del Presidente mexicano y, momentos después de anunciar la disolución del Congreso, lo llamó por teléfono para pedirle que lo recibieran en la embajada mexicana, reveló el propio López Obrador.

“Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono. Y que iba a solicitar el asilo y que si le abrían la puerta de la embajada. Busqué a Marcelo Ebrard y le informé, y le dije hablara con el embajador y que se abriera la puerta de la embajada con apego a nuestra tradición de asilo. Pero al poco tiempo tomaron la embajada con policías y también con ciudadanos, rodearon la embajada, y él ya, creo, que ni siquiera pudo salir, ya lo detuvieron de inmediato”, narró López Obrador.

El Presidente hizo un llamado a las autoridades peruanas para que se respete la integridad de Pedro Castillo y su familia.

“Nosotros pedimos que se le respeten sus derechos humanos, que se actúe con legalidad verdadera, que se proteja a su familia. Lo demás, lo político, pues ya lo va a atender la SRE”, señaló.

Gobierno esperará para reconocer a Dina Boluarte

En el nuevo gobierno de Perú encabezado por Dina Boluarte, México va a esperar para reconocerlo, dio a conocer el Presidente Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que a pesar de que la comunidad internacional ha dado su visto bueno a la nueva administración, su gobierno no se apresurará.

“Sí, son varios gobiernos, pero México es México. Y somos libres y independientes y soberanos, y tenemos una tradición de política exterior, y no nos gusta el seguidismo”, manifestó.

Otro asunto que quedará pendiente es la transición de la presidencia pro tempore de la Alianza del Pacífico, que correspondía que México la entregará a Perú.

Sobre todo, porque ahora no existen condiciones para viajar a Lima y tampoco ha reconocido al gobierno de Boluarte.

“No, no se puede, o sea, no hay condiciones, y lo lamentamos mucho porque ahora Relaciones (Exteriores) va a tener que decidir, hay que consultar a los otros miembros de la Alianza del Pacífico, al presidente de Chile, de Colombia, para ver qué se hace, si mantenemos nosotros la presidencia o se la entrega a otro país, ver qué es lo que procede“, adelantó López Obrador.

Legisladores de la derecha en Perú acusaron al mandatario mexicano de entremeterse en asuntos internos de ese país. En respuesta, éste dijo que ha expresado su opinión públicamente y no se trata de injerencismo y lo calificó como una exageración de algunos sectores de ese país.

Por su parte, la congresista Maricarmen Alva rechazó la intromisión “insistente” del Presidente López Obrador. “Como congresista rechazo la intromisión a las políticas internas del Perú, que con insistencia manifiesta el Pdte. de México, @lopezobrador_. El Perú es independiente y democrático. El golpista Pedro Castillo está preso por rebelión. Exijo respeto a nuestra soberanía”, señaló en redes sociales.