Las fuerzas rusas han convertido en ruinas a Bakhmut, una ciudad del este de Ucrania, dijo el presidente Volodimir Zelenski, al tiempo que el ejército ucraniano reportó el sábado ataques con misiles, proyectiles y aviones en varias zonas de un país que Moscú intenta conquistar tras meses de resistencia.
Las más recientes batallas en los nueve meses y medio de guerra rusa en Ucrania se han centrado en las cuatro provincias que el presidente ruso Vladimir Putin se anexionó de forma triunfal —e ilegal— a finales de septiembre. Los combates indican los problemas de Rusia para hacerse con el control de esas regiones y la persistencia de Ucrania por recuperarlas.
Zelenski indicó que la situación “sigue siendo muy difícil” en varias ciudades del frente en las provincias orientales de Donetsk y Luhansk. Juntas, tales provincias forman el Donbás, una extensa región industrial en la frontera rusa que Putin identificó como objetivo desde el inicio del conflicto y donde los separatistas respaldados por Moscú luchan contra las fuerzas gubernamentales desde 2014.
“Bakhmut, Soledar, Maryinka, Kreminna. Desde hace mucho tiempo, no queda ningún lugar habitable en la tierra de esas zonas que no haya sido dañado por los proyectiles y el fuego", afirmó Zelenski en su discurso nocturno, mencionando las ciudades que están en la mira. “Los ocupantes han destruido Bakhmut, otra ciudad del Donbás que el ejército ruso convirtió en ruinas calcinadas".
Algunos edificios de la ciudad siguen en pie y los residentes aún deambulan por sus calles. Pero al igual que Mariupol y otras ciudades en disputa, resistió un prolongado asedio y pasó semanas sin agua ni electricidad incluso antes que Moscú lanzara ataques masivos para acabar con los servicios públicos en toda Ucrania.
El gobernador de la región de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, estimó hace siete semanas que 90% de la población de antes de la guerra de la ciudad de más de 70.000 habitantes había huido en los meses posteriores a que Moscú se enfocara en apoderarse de todo el Donbás.
El Estado Mayor del ejército ucraniano reportó operativos con misiles, unos 20 ataques aéreos y más de 60 con proyectiles en todo el país entre el viernes y el sábado. Los combates más activos estaban en el distrito de Bakhmut, donde más de 20 zonas habitadas fueron atacadas, explicó el vocero Oleksandr Shtupun. Las fuerzas ucranianas repelieron los ataques rusos en Donetsk y en Luhansk, agregó.
La incesante ofensiva del Kremlin en el este de Ucrania logró capturar casi toda la provincia de Luhansk durante el verano. Donetsk no corrió la misma suerte y en las últimas semanas el ejército ruso ha desplegado hombres y recursos en torno a Bakhmut para tratar de cercarla, según analistas y funcionarios ucranianos.
Luego que las tropas ucranianas recuperaron la ciudad de Jersón, en el sur, hace casi un mes, la batalla en torno a Bakhmut se ha intensificado, lo que pone de manifiesto el deseo de Putin de obtener logros visibles tras semanas de claros reveses en su ofensiva.
Tomar Bakhmut cortaría las líneas de suministro de Ucrania y abriría una ruta para el avance de las fuerzas rusas hacia Kramatorsk y Sloviansk, dos bastiones ucranianos clave en Donetsk. Rusia ha atacado Bakhmut con proyectiles durante más de seis meses. La operación terrestre se aceleró cuando sus tropas obligaron a las de Kiev a retirarse de Luhansk en julio.
Pero algunos analistas han cuestionado la lógica estratégica de Rusia en la incesante búsqueda de tomar Bakhmut y las áreas circunvecinas que también estuvieron bajo intensos bombardeos en semanas recientes y donde, de acuerdo con las autoridades ucranianas, algunos residentes vivían en sótanos húmedos.
“Los costos relacionados con seis meses de combate brutal, demoledor y desgastante alrededor de #Bakhmut superan por mucho cualquier ventaja operativa que los #rusos puedan obtener al tomar Bakhmut”, publicó el jueves el Instituto para el Estudio de la Guerra, un centro de estudios en Washington, en su cuenta de Twitter.
El Ministerio de Defensa de Rusia señaló el sábado que las tropas rusas también llevaron su ofensiva en el Donbás rumbo a la ciudad de Lyman, en la provincia de Donetsk y que se encuentra a 65 kilómetros (40 millas) al norte de Bakhmut. Según el Ministerio, “se las arreglaron para tomar posiciones más ventajosas para un avance futuro”.
Las fuerzas rusas ocuparon la ciudad por primera vez en mayo, pero se retiraron a principios de octubre. Las autoridades ucranianas indicaron en ese entonces que hallaron minas en los cadáveres de los soldados rusos muertos que estaban programadas para estallar cuando alguien tratara de limpiar los cuerpos, así como cadáveres de civiles que murieron en ataques o por falta de alimentos y medicamento.
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