A unos días de revelar la existencia de cámaras de tortura contra niños ucranianos, autoridades ucranianas denunciaron que los invasores golpearon e hicieron creer a los menores que sus papás los abandonaron por la guerra.
“Les dijeron que sus padres los habían abandonado y que no regresarían”, declaró el comisionado de Derechos Humanos de la nación invadida, Dmitro Lubinets.
Ante medios de comunicación, el funcionario detalló que los ocupantes aterrorizaron a los menores con tortura psicológica al decir que su mamá o su papá jamás regresarían con ellos por lo que se quedarían en las llamadas celdas para niños.
Además, se documentó, según testimonio de sus pequeñas víctimas, que en dichas celdas dormían hasta 20 niños y no les daban agua ni comida; incluso, hacían que limpiaran la celda en donde había sangre de otros niños a los que golpeaban. Y los niños bajo el poder de los rusos dormían sobre el suelo, pues apenas y colocaban una lona sobre el suelo.
El comisionado también dio cuenta de un total de hasta 12 mil menores deportados en su mayoría por la fuerza, mismos que fueron separados de sus padres desde febrero pasado.
Al descubrir estas celdas especiales para niños, Lubinets reconoció que cada día descubren hechos más atroces al considerar que estas acciones eran mucho más graves que las fosas halladas y cientos de ejecuciones reportadas en regiones como Bucha e Irpin.
Leo