Ante la baja participación y de cara a un nuevo proceso constituyente, Chile recuperó la obligatoriedad del voto en el país a 10 años de que éste desapareciera.
Tras un año de debate, con 124 votos diputados ratificaron el retorno de la medida al destacar que el objetivo es impulsar el sufragio y mejorar la participación.
Incluso, reconocieron que optar por el voto voluntario no fue la mejor decisión, pues las últimas presidenciales fueron de las más bajas.
Al respecto, legisladores recordaron que tan sólo en la primera vuelta del año pasado ésta se quedó por debajo del 50 por ciento, pero en la segunda ronda en la que fue elegido Gabriel Boric ésta aumentó casi ocho puntos al rebasar 55 por ciento, pese a la temporada festiva poco antes de Navidad, evidenciando la relevancia de la cita decisiva.
Y es que hay un amplio margen de diferencia de los referéndums en los que se vota por cambios legislativos específicos, pues tan sólo el último en el que ganó el no para echar atrás la Constitución de la dictadura participó hasta 80 por ciento de la población, de acuerdo con información presentada durante la discusión.
Asimismo, algunos admitieron que además de ser un empujón para la población, también puede ser un impulso para quienes disputan un cargo de elección, al obligarlos a mejorar sus propuestas para atraer a un mayor público y superar a sus rivales.