Múltiples regiones de Ucrania, incluida su capital, sufrieron el jueves un ataque masivo de misiles rusos, la mayor andanada de ataques en semanas dirigida contra centrales eléctricas y otras instalaciones críticas durante las heladas.
Las sirenas de ataque aéreo sonaron en todo el país. El jefe militar de Ucrania, el general Valerii Zaluzhnyi, dijo que los informes preliminares mostraban que Rusia disparó 69 misiles contra instalaciones eléctricas y que las fuerzas ucranianas interceptaron y derribaron 54 de ellos.
Autoridades locales dijeron que por lo menos dos personas murieron alrededor de Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania. Los ataques además dejaron siete heridos, aunque la cifra de víctima iba aumentando a medida que autoridades evaluaban los daños.
El Ministerio de Defensa de Ucrania indicó que el ataque dañó 18 edificios residenciales y 10 instalaciones de infraestructura crítica en 10 regiones.
Rusia despachó drones explosivos a regiones seleccionadas durante la noche antes de ampliar el bombardeo con “misiles de crucero aéreos y marítimos lanzados desde aviones y buques estratégicos” durante la mañana, informó la Fuerza Aérea ucraniana.
El ataque generalizado fue el más reciente de una serie de ataques rusos contra los suministros de energía y agua, que han aumentado el sufrimiento de la población ucraniana. Moscú ha lanzado este tipo de ataques casi semanalmente desde octubre, mientras que sus fuerzas terrestres luchan por mantenerse firmes y avanzar.
En Kiev, los sistemas de defensa aérea se activaron para repeler el ataque con misiles en curso, de acuerdo con el gobierno regional. Se podían escuchar los ruidos de explosiones en la ciudad. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, advirtió el jueves que podría haber apagones en la capital y pidió a la gente que almacenara agua y cargara sus dispositivos electrónicos.
En el distrito de Bortnychi en el sudoeste de Kiev, una explosión aplastó por lo menos una casa y rompió las puertas, los techos y las ventanas de varias otras.
Yana Denysenko caminaba entre vidrios rotos, sacando artículos personales de la vivienda de sus abuelos. Aunque no vive allí, vino inmediatamente después de la explosión y halló heridas a su madre, hermana y sobrina de 14 años, en ambulancias.
Denysenko abrazó a su abuela Anhelina, quien estaba en su trabajo cuando ocurrió el estallido.
“Esto me da miedo ¿cuántas madres están llorando?", dijo Anhelina. “Quiero que mis hijos se recuperen".
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, condenó a Rusia por lanzar los misiles durante las vacaciones de invierno y lo calificó como un acto de “barbarie sin sentido”.
“No puede haber ‘neutralidad’ frente a tales crímenes de guerra masivos. Pretender ser ‘neutral’ equivale a ponerse del lado de Rusia”, tuiteó Kuleba.
Después de más de 10 meses de guerra, Rusia y Ucrania están enzarzadas en una dura batalla de desgaste. El ejército ucraniano ha liberado franjas del territorio ocupado por Rusia en el noreste y el sur del país, y continúa resistiendo los persistentes intentos de Rusia de apoderarse de toda la región industrial de Donbás, en el este.
Al mismo tiempo, Moscú ha atacado metódicamente las instalaciones eléctricas de Ucrania y otras obras clave de infraestructura en un intento por debilitar la determinación del país y obligarlo a negociar bajo los términos rusos. Sin embargo, el tiempo entre ataques ha aumentado en las últimas semanas, lo que lleva a algunos comentaristas a teorizar que Rusia está tratando de racionar sus misiles.
Aunque el ejército ucraniano informó haber tenido éxito en derribar misiles rusos y drones explosivos después de ataques anteriores, algunos sí alcanzaron sus objetivos. La mayoría de las ciudades se han quedado sin calefacción, internet y electricidad durante horas o días seguidos.
El primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, dijo que varias instalaciones de energía resultaron dañadas durante lo que dijo que fue el décimo ataque a gran escala de este tipo en su país.
El alcalde de Járkiv, Ihor Terekhov, dijo que se registraron varias explosiones en la segunda ciudad más poblada de Ucrania. También se escucharon explosiones en la ciudad de Leópolis cerca de la frontera de Polonia, de acuerdo con el alcalde Andriy Sadovyi.
El gobernador de la región rusa de Saratov, Roman Busargin, dijo que las defensas aéreas rusas derribaron un “objeto no identificado” cerca de la ciudad de Engels, hogar de una base aérea rusa que sirve como eje principal para los cañoneos estratégicos con capacidad nuclear que se han enfocado en el lanzamiento de misiles contra Ucrania.
El ejército ruso dijo que la base de Engels fue atacada por drones ucranianos dos veces este mes, la más reciente el lunes. El Ministerio de Defensa ruso dijo que tres militares murieron por los fragmentos de un dron ucraniano derribado.
Las autoridades ucranianas han sido ambiguas sobre los ataques en suelo ruso y no han llegado a reivindicarlos.
A principios de mes, Estados Unidos acordó entregar a Ucrania una batería de misiles Patriot para reforzar la defensa del país. Estados Unidos y otros aliados también se comprometieron a proporcionar equipos relacionados con la energía para ayudar a Ucrania a resistir los ataques contra su infraestructura.
Leo