Fuentes de Inteligencia y del Ministerio de Defensa de Ucrania advirtieron que el invasor planea aumentar su ofensiva para provocar más daño a civiles y contra su territorio al lanzar ataques simultáneos.
Ante la intensificación de bombardeos en los primeros días del año, los defensores coincidieron en que Rusia tratará de incrementar los golpes contra cualquier sector, casi al tiempo en que el régimen rival admitió que en la última ofensiva de la nación invadida fallecieron 89 de los suyos y no 63 como informó el ejército del Kremlin, pese a que dicha región minimizó el revés de sus tropas en Makivka, en la región de Donbás.
Medios locales señalaron que los ucranianos se preparan para las nuevas acciones del enemigo, esto tras una reunión con altos mandos militares y el presidente, Volodimir Zelenski, en el cuartel general para evaluar las siguientes acciones para impedir los objetivos del rival, pues señalaron que ante los fracasos repetitivos éstos buscan de nuevo hacerse de objetivos territoriales en el denominado corredor fronterizo, pues con ello conectarían vía terrestre a Moscú con Crimea, región anexada desde la década pasada.
Pero no detallaron exactamente qué posiciones están en riesgo, debido a la amplitud de territorios como blanco, pues tan sólo en las últimas semanas los rusos dirigieron ataques contra la zona fronteriza como en Járkov, Donetsk, Jerson y Mikolaiv, pero también contra puntos más hacia el centro como Kiev, Dnipropetrovsk y Chernigov.
Y las fuerzas defensoras resaltaron que, de momento, cuentan con ventaja, pues se estiman más pérdidas para el enemigo con hasta 70 mil soldados caídos en un plazo no mayor a cinco meses, según datos compartidos por la inteligencia aliada.
Al respecto, Zelenski apuntó en un nuevo discurso que los rusos se preparan para “arrojar todo lo que les queda”, pues no darán nada por perdido, por lo que no descarta que suba el terror, mientras su población sigue sufriendo apagones con horas sin luz ni calefacción, para intensificar las muestras del daño que están dispuestos a provocar por objetivos militares, según declaraciones del propio Putin. Hecho por el que el líder ucraniano urgió a los aliados a no detener el apoyo, pues cada vez están más cerca de expulsar a los rusos.
Y ante estos pronósticos, los ucranianos refuerzan su defensa, pues indicaron que tras el golpe letal en Makivka los rusos destruyeron parte de su arsenal en Donetsk para nulificar la ayuda de los aliados y también derribaron al menos dos drones ucranianos en la zona de Sebastopol, pues algunos líderes rusos buscan arreciar los ataques al señalar que las fuerzas de Putin están perdiendo control a más de 10 meses de la guerra.
Pero los defensores reiteraron que están listos para soportar los posibles castigos rusos sabiendo que el resultado será la recuperación de varios territorios, mismos que el Kremlin asegura que le pertenecen.