Detractores de la presidenta Dina Baluarte reanudaron las movilizaciones en Cusco y otras zonas Perú, en una jornada violenta que cerró con al menos cuatro heridos, tras nuevos enfrentamientos en los intentaron tomar el aeropuerto, lo que provocó la suspensión de labores por segunda ocasión en un mes.
Ante los violentos actos registrados, el Ministerio de Transportes y Comunicación confirmó el cierre de las instalaciones como medida preventiva para salvaguardar la integridad y seguridad de pasajeros y de las operaciones.
Pese a la presencia de militares y policías, no descartaban que los simpatizantes del exlíder Pedro Castillo tomaran la zona en su intento por hacerse escuchar, mientras otros intentaron quemar una inspectoría de la Policía.
Dichas acciones provocaron nuevas cancelaciones y más pérdidas económicas que se suman a las sufridas en varios sectores desde el pasado 7 de diciembre cuando Castillo intentó dar un golpe de Estado; mientras que los opositores concentran sus críticas contra Baluarte como responsable de la represión por la que suman 48 fallecidos, entre ellos 18 decesos esta semana en Juliaca, estos últimos por impactos de arma de fuego.
Y en medio de estas presiones, uno del gabinete de Dina dejó el cargo, pese a que el Consejo de Ministros ratificó que nadie saldría del gobierno.
El titular de Trabajo, Eduardo García, renunció de manera irrevocable un día antes de cumplir un mes en el cargo al justificar que la atención a las demandas sociales “ya no es suficiente”, en comparación con la tragedia por decenas de vidas humanas perdidas.
Incluso, exhortó al gobierno a ofrecer una disculpa pública por la crisis que vive la nación y a corregir los errores, de acuerdo con medios locales, aunque no identificó cuáles son las acciones que considera deben cambiar.
