Revelan imágenes del circuito cerrado en Planalto

Exponen bloqueo para arrestar a bolsonaristas

Mando militar advirtió que no permitirían aprehensiones en la zona, según un diario de EU; el gobierno de Lula va contra los golpistas; excomandante descarta ayuda a los extremistas

Autoridades policiacas trasladan a los ultranacionalistas detenidos por los ataques, la semana pasada. Foto: AP

El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva mantiene la mira sobre los golpistas cuando se revelan más detalles sobre la actuación de las Fuerzas Armadas que permitió que cientos de bolsonaristas huyeran y comparten imágenes inéditas del asalto.

Una semana después del intento fallido del golpe de Estado, el Juzgado Penal del Distrito Federal de Brasilia ordenó transparentar los nombres de los extremistas liberados, pues decenas de ancianos y madres con niños fueron los primeros en salir de prisión tras una primera audiencia y que aceptaran la revisión de sus respectivos teléfonos para rastrear cómo se orquestaron los hechos del pasado 8 de enero.

El objetivo, según la prensa, es abundar en torno a los involucrados, sus contactos y cómo fue la organización y financiación de los planes contra la izquierda por parte de aliados del ultranacionalista Jair Bolsonaro, pese a que éste rechazó ser parte de la invasión en Planalto, el Congreso y el Tribunal Supremo.

Hecho ante el que la Orden de Abogados de Brasil (OAB) respaldó difundir estos nombres al reconocer que los artífices deben ser identificados y sancionados para establecer precedentes por los hechos históricos que el mismo mandatario tachó de “fascistas” y dar información a los familiares que siguen acudiendo a los centros penitenciarios.

Además, en las revelaciones de los actos terroristas, el diario estadounidense The Washington Post aseveró que el ejército impidió el arresto de decenas de bolsonaristas, pese a que ya los tenían rodeados, lo que corroboraría las sospechas de Lula da Silva de que hubo colaboración interna.

Declaraciones de funcionarios recogidas por esa publicación evidencian que el comandante Julio César de Arruda advirtió al ministro de Justicia de Lula, Flavio Dino, “aquí no vas a arrestar a la gente”, incluso antes de que escalara de situación. Según fuentes brasileñas esto facilitó que miles irrumpieran en los recintos y cientos más escaparan de la custodia policial también en la zona de campamentos, aunque el gobierno reiteró que dará hasta con el último culpable gracias a las cámaras de seguridad.

Era el comandante general de la Policía Militar y habíamos recibido información del área de Inteligencia, incluso de otros cuerpos, y todo apuntaba a un acto pacífico...
Fabio Vieira<br>Excomandante militar de Brasilia

Y horas más tarde, medios locales difundieron las primeras imágenes obtenidas a través del circuito cerrado de Planalto en donde se observa a los insurrectos vandalizando las obras millonarias y de valor “histórico” mientras se pasean por el recinto y otros golpistas revientan cristales y arrancan cortinas en las oficinas del Poder Ejecutivo.

Asimismo, se informó que el excomandante militar de Brasilia Fábio Vieira rindió declaración luego de ser de los primeros mandos en ser destituido y arrestado. A casi una semana de los hechos, dijo que nada los anticipó para un hecho de tal nivel al sostener que recibieron información de Inteligencia, pero nada que se asemejará a lo que ocurrió en la capital del país.

Según su testimonio todo apuntaba a que fuera una movilización pacífica en rechazo al nuevo gobierno. Asimismo, descartó cualquier ayuda interna a los insurrectos, pues ratificó que tanto él como sus subordinados actuaron conforme a las instrucciones que recibieron de otros cuerpos de seguridad.

Además, a una semana de los hechos, Lula aprovechó la situación para adelantar la transición en medios de comunicación a los que criticó por no dar el peso necesario contra los culpables de la agresión a los tres poderes. Según la oficina presidencial el izquierda destituyó a todos los directivos de las televisoras, radiodifusoras y agencias públicas, en las que seguían liderando funcionarios nombrados por su antecesor y aliados de éste, hecho por el que presuntamente evitaron referirse a los manifestantes como golpistas o fascistas minimizando el daño, pese a que el presidente usó esos términos contra los culpables del asalto en el que intentaron replicar la insurrección en Estados Unidos.

Y aunque algunos lo ven como una represalia, el gobierno indicó que es parte del cambio de gobierno y ya nombró a Kariane Costa como presidenta de la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC).