La Policía de Italia perpetró un duro golpe contra la cúpula de la Cosa Nostra al capturar al líder Mateo Messina, considerado el criminal más buscado en el país, luego de hasta 30 años prófugo.
Aunque no existían fotografías recientes del implicado en múltiples crímenes y considerado “el último de los corleone”, los Carabinieri revelaron que lo rastrearon por sus problemas de salud al identificar que acudía periódicamente a una clínica en Palermo, La Maddalena, por tratamiento por un padecimiento no identificado, pero el diario italiano Corriere della Sera confirmó que lucha contra un cáncer de hígado aunque otras fuentes indicaron que era de colon, hecho por el que bajó la guardia.
Tras “años de investigaciones” anoche realizaron un operativo contra un hombre que no estaban seguros fuera Messina Denaro, pues las mismas autoridades calificaron el caso como un rompecabezas al admitir que se guiaron casi a ciegas. Desconocían cómo lucía en la actualidad —pues presuntamente se operó el rostro para evadir a la Policía— y sólo tenían datos de que recibía quimioterapia, por lo que en las últimas semanas un sector policial clasificó a todos los pacientes para identificar a los hombres que se apegaran a su perfil por edad y patologías, mismas que presuntamente se identificaron al monitorear las llamadas telefónicas de integrantes de la familia del sospechoso, a quien ubican como “el padrino”.
Listado en el que saltó de inmediato el nombre Andrea Bonafede, pues sabían que no se registraría con sus identidad real, pero detectaron que usurpó los datos de un antiguo aliado, pues tenía documentos que lo acreditaban como el familiar de uno de sus ayudantes, lo que facilitó la eliminación de perfiles similares al suyo, con lo que se corroboró que el año pasado se sometió a una operación en esa misma clínica.
Con estos datos, un grupo de agentes acudió al centro médico en busca de “Andrea”, un hombre mayor de cabello teñido de negro, quien llegó acompañado de un cómplice, y finalmente admitió que su nombre real era Mateo; mientras que el verdadero Bonafede fue interrogado para determinar si sabía que el capo italiano usaba sus documentos para identificarse.
Asimismo, se reportó que el capo que se jactaba de que podía llenar un cementerio con el total de personas a las que eliminó portaba un reloj de 35 mil euros (más de 700 millones de pesos), lo que recuerda su afición por los anteojos Ray Ban, lejos de un bajo perfil, lo que demuestra que manejaba importantes sumas de dinero, pese a evadir a las autoridades durante tres décadas, gracias a la protección de su séquito.
Tras confirmarse la detención, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó las acciones como “una gran victoria del Estado” en su cuenta de Twitter, mientras los fiscales enriquecen el caso para que enfrente a la justicia tras años prófugo. La funcionaria resaltó que el hecho coincidió con el aniversario de la caída de otro gran capo de la mafia italiana.
Por separado, el fiscal de Palermo, Maurizio de Lucia, llamó a dimensionar los hechos, pues aunque al igual que Meloni consideró el arresto un acontecimiento histórico advirtió que ello no supone la derrota de toda la mafia italiana.
FBPT