Un sujeto armado mató a 10 personas e hirió a 10 más en California en la celebración del Año Nuevo chino, lo que obligó a reforzar la seguridad de las festividades, y horas después se confirmó la muerte de una persona ligada al tiroteo.
La comunidad asiática de Monterey Park —considerado el primer suburbio chino— fue sorprendida la noche del pasado 21 de enero por un atacante solitario en el Star Ballroom Dance Studio en lo que se convirtió en el peor ataque armado en Estados Unidos en lo que va del año con la noticia de que el único sospechoso, hasta el cierre de esta edición, era un hombre asiático, uno de ellos.
Según los primeros reportes el sujeto de entre 30 y 50 años irrumpió en el inmueble cuando se realizaba la “Noche de Estrellas”, poco antes de medianoche, y abrió fuego indiscriminadamente, pero las autoridades no comentaron un posible móvil, aunque medios y testigos apuntaron a crimen de odio, sin abundar en detalles de lo ocurrido poco antes de recibir el Año Nuevo Lunar.
A la par de la búsqueda, con apoyo del Buró Federal de Investigación (FBI) y del Equipo de Armas y Tácticas Especiales (SWAT), la Policía del Condado de Los Ángeles difundió imágenes de las cámaras de seguridad de una “persona de interés armada y peligrosa”, quien vestía chamarra negra, gorro de invierno, lentes y presuntamente intentó atacar a clientes de otro estudio de danza, Lai Lai Ballroom a tres kilómetros de la escena. Y tras casi 15 horas de rastreo, las pistas sobre su huida llevaron a los oficiales hasta la ciudad de Torrance, ubicada a más de 40 kilómetros.
En dicho punto, localizaron una camioneta blanca tipo van, que cumplía con las características relatadas por testigos de la segunda escena, en donde según el jefe de la Policía de Los Ángeles, Robert Luna, varias personas le impidieron el paso y hasta le arrebataron una arma, de la que no se ofrecieron detalles.
De acuerdo con medios locales, los agentes tácticos y del escuadrón de bombas interceptaron la vagoneta hallada en un estacionamiento y tras una revisión externa parcial, el equipo SWAT rompió una ventana para ingresar al vehículo en donde se encontró un cuerpo presuntamente con un disparo, autoinfligido, lo que hace sospechar que se suicidó.
Al respecto, LA Times indicó que se tardaron tiempo en abrir la furgoneta, pues el presunto culpable del tiroteo se habría atrincherado, mientras que el diario The Washington Post describió que antes de abrir las puertas de la unidad hubo un enfrentamiento, sin dar detalles.
Pero también hubo reportes de que el cuerpo llevaba horas, por lo que esperan el reporte forense; pero hasta el cierre de esta edición se corroboró que la persona muerta era Hu Can Tran, de 72 años, el presunto homicida de 10 personas, aunque no hay seguridad de que se trate del mismo agresor, pues el dato de la camioneta surgió en el segudo salón de baile, de acuerdo con un informe de Luna.
Previamente el oficial al mando explicó que no revelaría su identidad para no alertarlo, luego de calificar los hechos como una “noticia devastadora” desde el primer mensaje que ofreció luego de que su personal atendió múltiples llamadas de emergencia, por lo que decenas de regiones cercanas redoblaron la seguridad en eventos públicos ligados a Año Nuevo chino, ante el pánico de que esta escena se repitiera.
Tras la agresión que enlutó a la comunidad asiática que por tradición celebra el nuevo año chino para atraer la fortuna, el presidente Joe Biden externó su solidaridad al informar que él y su esposa, Jill Biden, oraban por las víctimas, pues varios de los alcanzados por las balas se encuentran en condición crítica.
Y es que la nación no ha logrado frenar las agresiones armadas y en lo que va del 2023 ya se contabilizan 33 tiroteos masivos, según registros de la organización Gun Violence Archive.
En dichos actos, han fallecido 58 personas y más de 100 resultaron heridas en California, Florida, Utah y Ohio, entre otras entidades, pues en poco más de tres semanas casi la tercera parte de los estados del país registraron al menos un tiroteo, pero el de ayer superó por dos el saldo más alto de víctimas letales, registrado en la primera semana del año.
Dichas acciones ponen de nuevo sobre la mesa el debate en torno a la regulación de las armas en el país a sólo unos días de la renovación del Congreso; hecho por el que han discutido republicanos y demócratas, pues los primeros justifican la libertad de poseer armas; mientras que los aliados del presidente sostienen que el objetivo es garantizar la seguridad de las personas en transporte público, escuelas y centros comerciales que se han convertido en escenas del crimen por sujetos armados.