El Ministerio de Exteriores ruso expulsó al embajador de Estonia, Margus Laidre, tras la solicitud de esa nación para que Moscú redujera la presencia de su delegación diplomática con motivo de la guerra.
Líderes del Kremlin consideran dicha recomendación una agresión a casi 11 meses de que el régimen de Vladimir Putin invadió Ucrania y ordenaron la salida del representante estonio, a quien le dieron un pazo de dos semanas para abandonar Moscú.
De acuerdo con la cancillería éste es un nuevo paso “hostil” en su contra, por lo que no permitirán que los aliados de Ucrania, entre ellos integrantes de la Unión Europea (UE) sigan fomentando la llamada “rusofobia” al limitar a un representante la embajada rusa en Tallin. Incluso sostuvo que su antiguo socio prácticamente destruyó las relaciones bilaterales.
En respuesta, Estonia hizo lo propio bajo el "principio de paridad" y solicitó al embajador ruso abandonar la nación a más tardar el próximo 7 de febrero; hecho que fue replicado por las autoridades de Letonia que en solidaridad con la nación vecina también expulsaron al diplomático ruso.
Éstas son las primeras expulsiones en lo que va del 2023, en la antesala de que la guerra en Ucrania cumpla un año, pero durante el año pasado hubo incidentes similares en los que aliados europeos echaron a representantes rusos acusados de espionaje o en represalia por las decisiones rusas en medio de la guerra.
DAN
