El gobierno de Benjamin Netanyahu advirtió a “terroristas” de severas medidas en su contra al reforzar la seguridad en Cisjordania y alentar con armar a la población tras el crimen de siete judíos agravando las tensiones, en medio de nuevas críticas de la Autoridad Palestina, mientras el Papa Francisco urgió a recuperar la paz.
A casi un mes de retornar al poder y tras una reunión con sus ministros, el ultraderechista prometió acabar con quienes asedian a su pueblo, en referencia a recientes ataques, pues sostuvo que su ejército frenará a los extremistas que insisten “hacernos daño” para que “paguen el precio” por los daños ocasionados.
Y a tres días de que el ejército asesinara a nueve palestinos, envió a tropas de las Fuerzas de Defensa a engrosar la presencia policial en Jerusalén, sector al que le entregó reconocimientos por su respuesta a estos hechos, una clara afrenta a las comunidades palestina.
El primer ministro, quien ayer visitó a los heridos de los ataques, mostró mano dura y horas después de la agresión más letal a una sinagoga en los últimos años ordenó cercar la casa del perpetrador Khayri Alqman, de 21 años de edad, al aprovechar el caso para intimidar a rivales, pues mostró cómo echaron a la calle a los familiares del atacante, pues prevé derribar la vivienda, como en crímenes de palestinos contra israelíes.
Posteriormente, Bibi redobló el cerco al amagar con deportar y retirar documentos de identidad a los familiares del detenido si escala la crisis con Palestina, hecho que sigue en discusión, con lo que dejaría a ese sector sin posibilidad de tener trabajo o acceso a la salud como supuestos cómplices de atentados.
Aunque no se demostró que tuvieran relación con los hechos del pasado 27 de enero, pues se cree que Alqman actuó solo, Netanyahu justificó sus acciones al advertir que un tema de seguridad nacional requiere medidas urgentes, como aumentar la presencia militar en territorios ocupados, y agregó que en menos de una semana una decena de israelíes murió a manos de los rivales.
No obstante, los palestinos recordaron que hay más bajas de su lado con casi 30, entre éstas dos palestinos por arma de fuego ayer, a quienes Israel tachó de criminales, mientras el Ministerio de Defensa de Tel Aviv respaldó la estrategia contra supuestos terroristas, pues aseveró que persiste la lucha contra quienes tratan de generar temor entre la población al amagar que “no dudaremos en actuar contra el terrorismo”, evidenciando que responderán a cualquier incidente.
Al respecto, el Papa Francisco envió un mensaje a ambas regiones con miras a frenar esta división ante lo que calificó como una riesgosa “espiral de muerte”.
Tras externar sus condolencias por los palestinos asesinados en Tierra Santa, recalcó que en estos conflictos siempre es mejor el diálogo, como lo ha señalado en la guerra de Ucrania, antes de perder más vidas; por ello, exhortó a ambas regiones a negociar y evitar más pérdidas humanas, luego de publicar en redes sociales que esta discordia regional no hace más que vulnerar la confianza en la búsqueda sincera de la paz.
Pero dicho llamado, no generó ningún cambio, pues Netanyahu insistió en acabar con todos los terroristas mientras que grupos yihadistas elevaron sus advertencias al señalar que vengarán la muerte de militantes y civiles palestinos.
El primer ministro adelantó que su gobierno alista leyes para que la población use y porte armas, como medida de protección, lo que pareció más un gesto de odio contra los palestinos, pues aunque insisten que el plan busca reducir la violencia, lo más probable es que aumenten los choques ante el riesgo de que los israelíes tomen la justicia en mano propia. Esa declaración fue bien recibida en su gabinete, que resaltó que así se evitarán incidentes sin adelantar una estrategia de por medio.
Por separado, extremistas enfurecidos insistieron que tomarán represalias por los ataques contra su pueblo, medida ante la que organizaciones y líderes del sector lamentaron que sólo se agravan las diferencias, pues es claro que el llamado a armarse contra supuestos terroristas eleva el riesgo para palestinos, a quienes señalan como sospechosos.
Tan sólo en las últimas horas denunciaron que integrantes de comunidades en Jerusalén y Jordán, entre otras, han sido atacados por israelíes sin un motivo claro, lo que apunta al odio entre regiones. Incluso, el diario Jerusalén Post relató que dichas agresiones comenzaron con ataques a pedradas contra viviendas palestinas, pero también reportan quema de automóviles y hasta negocios, sin un saldo de víctimas, pero que en cuestión de horas o días podría agravarse porque las restricciones no tienen justificación y parecen más un acto racista contra regiones ocupadas, según Palestina.
Al respecto, el Ministerio de Exteriores de esa región advirtió que la respuesta contra el terrorismo sólo echa “más leña al fuego” por claras violaciones al derecho internacional, por lo que demandó a sus aliados, entre ellos Estados Unidos, a presionar a Israel para detener tanto el despliegue policial como el cerco contra su comunidad.
