Las labores incansables de rescatistas y voluntarios en busca de víctimas, principalmente familiares, rindieron frutos y en sólo 20 horas los cuerpos de emergencias turcos rescataron a más de siete mil personas, de acuerdo con el gobierno.
Pese al cansancio, ambos sectores se unieron y luego de horas y horas de remover escombros, cortar fierros en sitios colapsados y mantenerse alerta a la espera de escuchar el mínimo ruido que diera indicios de que aún había sobrevivientes localizaron a varios, quienes resistieron debajo de losetas que antes eran inmuebles o algunos edificios ladeados y poco a poco creció esperanza con un recuento que incrementaba cada minuto ante el al severo daño de zonas completamente devastadas, mientras a pocos metros de éstos otros socorristas sólo recuperaban más cadáveres.
Con ayuda de herramientas pesadas o con sus manos cómo único recurso mantuvieron las búsqueda en sitios destruidos, pues ya sea que las víctimas estaban aplastadas por uno, dos o más de cinco niveles, continuaron con el retiro de escombros por toneladas a nivel nacional. Y así sacaron con vida a niños, mujeres y adultos mayores, quienes pese a la falta de alimento, aire y ayuda médica, pues sufrieron síndrome de aplastamiento, mantuvieron la lucha al escuchar que alguien los buscaba y les pedían aguantar lo más posible hasta que quitaran lo que quedaba de sus viviendas para llegar hasta ellos, pues en un inicio sólo podían comunicarse a través de rendijas que se abrían entre la destrucción.
Así se difundieron historias de resistencia que dieron un poco de luz en medio de la tragedia, pues autoridades y medios locales documentaron rescates luego de 18 o 20 horas atrapados sin saber si la ayuda llegaría.
Sacan a niña cubierta de polvo
Personal especializado rescató a una niña en Sanliurfa tras los terremotos. Con apoyo de voluntarios, usaron un hueco entre los escombros para sacar, a tirones, a una pequeña que no fue identificada. En el video de la Agencia Anadolu se observa el momento en que un miembro de los cuerpos de seguridad se adentra en el orificio para acercarse a la menor a quien toma de la ropa y el brazo y a ligeros jalones, sin lastimarla, la arrastra para que saque la cabeza, torso, piernas y pies descalzos en visible estado de shock y bañada en polvo tras ocho horas sin poder moverse.
“Mis hijos siguen en los escombros”
Al momento del primer terremoto la familia de una mujer en Diyarbakir, estaba en casa, y de inmediato todos corrieron a la calle al sentir la sacudida durante la madrugada, pero algunos no salieron. La mujer relató a Reuters horas después que aún espera y seguirá en la zona hasta que liberen a sus hijos quienes siguen atrapados entre capas de lo que eran habitaciones, pues de los nueve integrantes al menos dos siguen debajo de la casa porque ésta se vino abajo. En tanto, otros como ella resultaron con lesiones menores como cortaduras en la cara y hasta brazos rotos.
Cavan con sus manos entre devastación
Los padres de una joven de 16 años quitaron la tierra con sus propias manos hasta abrir un espacio para recuperar a Kader, quien esperó ayuda por horas en Hatay. En información difundida por el diario local Turkiye Gazetasi destacaron cómo la pareja se aferró hasta reunirse con ella en medio de la devastación, pues aunque no contaban con información de la infraestructura o zonas de riesgo el deseo de reencontrase los llevó a despejar la zona. En las fotografías del medio se ve cómo el hombre saca a la joven sobre su espalda, mientras otros ciudadanos los ayudan.
Una puerta nos protegió, relata
Osama Abdelhamid calificó los hechos de ayer como un terrible episodio del que él y su familia renacieron “gracias a Dios”. El residente sirio de Idlib —a más de 200 kilómetros del epicentro— narró a AP que su esposa y sus tres hijos escaparon a tiempo, pues una puerta cayó cuando trataban de salir del inmueble, misma que sirvió como escudo, pues resultaron ilesos mientras detrás de ellos todo se derrumbó y la mayoría de sus vecinos falleció en el edificio que no resistió el movimiento telúrico. Sin embargo, también los trasladaron al hospital por heridas superficiales.