El Equipo Internacional de Investigación Conjunta (JIT, por sus siglas en inglés) expuso en La Haya, Países Bajos, que encontró “indicios sólidos” de que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, autorizó el suministro de armas antiaéreas pesadas a los separatistas ucranianos que derribaron el vuelo MH17 de Malaysian Airlines en 2014 con un misil de origen ruso.
“Hay fuertes indicios de que el presidente ruso decidió entregar Buk TELAR —tipo de sistema utilizado para derribar el vuelo— a los separatistas de la RPD (República Popular de Donetsk)”, declaró el equipo internacional de investigadores.
Sin embargo, los integrantes del JIT dijeron que no tenían pruebas suficientes para enjuiciar a Putin o a cualquier otro sospechoso y suspendieron su investigación de ocho años y medio sobre el derribo del Boeing 777 que volaba de Ámsterdam a Kuala Lumpur y donde murieron 298 personas.
“Aunque se ha descubierto mucha información nueva sobre las personas involucradas, la evidencia en estos momentos no es suficiente para iniciar nuevos procesos penales. La investigación llegó a su límite, se agotaron todas las pistas, así que la investigación fue suspendida. Las pruebas son insuficientes para otros procesamientos”, declaró ayer la fiscal holandesa Digna van Boetzelaer en rueda de prensa.
Moscú siempre ha negado ser responsable de derribar el avión desplomado en el este de Ucrania el 17 de julio del 2014 y se negó a cooperar con la investigación internacional.
El anuncio ocurrió después de que, en noviembre del 2022, un tribunal condenó a dos rusos y un rebelde ucraniano por participar en el derribo.