El presidente de Siria, Bashar al-Assad, acordó abrir dos nuevos puntos de cruce desde Turquía hacia el noroeste del país para entregar la ayuda y el equipo que se necesitan para ayudar a millones de víctimas del terremoto, anunció ayer la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, acogió con satisfacción el acuerdo de al-Assad de abrir puntos de cruce en Bab Al-Salam y Al Raée por un período inicial de tres meses. Actualmente, a la ONU sólo se le ha permitido entregar ayuda al área noroeste de Idlib a través de un sólo cruce en Bab Al-Hawa.
El anuncio siguió a una reunión en Damasco ayer entre al-Assad y el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, quien pasó el fin de semana viendo la devastación causada por el terremoto de magnitud 7.8 que devastó el sur de Turquía y el noroeste de Siria.
El anuncio oficial se produjo durante una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, donde diplomáticos dijeron que Griffiths informó del acuerdo de al-Assad para abrir los dos nuevos cruces durante una sesión informativa virtual.
Brasil y Suiza, que supervisan los asuntos transfronterizos de Siria en el consejo, pidieron una “implementación rápida” del acuerdo para abrir los nuevos cruces.
El número de muertos en la región controlada por los rebeldes ha llegado a dos mil 166, según el grupo de rescate Cascos Blancos, mientras que mil 414 personas han muerto en las zonas controladas por el gobierno, según el Ministerio de Salud sirio en Damasco. El número total de muertos en Siria es de tres mil 580.
A las críticas de que la ONU no había respondido lo suficientemente rápido al terremoto, su portavoz, Stephane Dujarric, dijo que algo de ayuda estaba llegando al noroeste, y señaló que 58 camiones arribaron con apoyo a través del cruce de Bab Al-Hawa.
Guterres dijo en un comunicado que, con el aumento del número de muertos, “entregar alimentos, salud, nutrición, protección, refugio, suministros para el invierno y otros suministros para salvar vidas a todos los millones de personas afectadas es de suma urgencia”.
“Abrir estos puntos de cruce, además de facilitar el acceso humanitario, acelerar las aprobaciones de visas y facilitar los viajes entre los centros, permitirá que, entre más ayuda, más rápido”, indicó.
El embajador de Francia ante la ONU, Nicolas De Riviere, dijo que si los dos nuevos cruces funcionan, estará bien, pero si no, “el Consejo de Seguridad debería volver a trabajar” y buscar una resolución bajo el Capítulo 7 de la Carta de la ONU, que sería ejecutable militarmente para asegurar que la ayuda llegue al noroeste.
El número de muertos por los terremotos superó ayer los 35 mil. De acuerdo con el último balance del gobierno de Turquía, el total de víctimas mortales es de 31 mil 643. El daño financiero se estimó en 84 mil 100 millones de dólares, según la Confederación Turca de Empresas y Negocios.
