El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi fue absuelto ayer de manipulación de testigos en un juicio derivado de las fiestas sexuales que realizó en su finca en las afueras de Milán cuando estaba en funciones.
El juicio de seis años es el tercero y probablemente el último en un escándalo que fue noticia en todo el mundo en 2010 cuando Berlusconi, como primer ministro en funciones, enfrentó cargos de haber pagado por tener relaciones sexuales con una menor de edad. Finalmente fue absuelto.
En el juicio, Berlusconi enfrentó cargos de sobornar a testigos para que mintieran en los procesos anteriores. Los fiscales habían pedido una sentencia de prisión de seis años para él, junto con 10 millones de euros (10.7 millones de dólares) en daños. Otras 28 personas, incluida la mujer en el centro del escándalo, Karima el-Mahroug, también fueron declaradas inocentes.
Berlusconi no estuvo presente cuando se leyó el veredicto, pero en una publicación de Instagram dijo que la absolución había puesto fin a años de “sufrimiento, de lodo y de daño político incalculable”.
Su abogado, Federico Cecconi, calificó el veredicto, que determinó formalmente que no se había cometido ningún delito, “la absolución más completa que pudimos lograr”.
Tanto Berlusconi como el-Mahroug, que tenía 17 años en ese momento, negaron haber tenido relaciones sexuales entre ellos; y esta última, ahora de 30 años, dice que nunca trabajó como prostituta.