Rusia intensificó sus amenazas ante la reciente afrenta de Estados Unidos y rompió con el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas START al amagar con incrementar su arsenal de cara al primer año en guerra con Ucrania.
Tras el sorpresivo viaje a Kiev de Joe Biden, presidente de EU, su homólogo ruso, Vladimir Putin, acusó a éste y a Occidente de provocar el “congelamiento” del plan contra la acumulación de armas de destrucción masiva por sus incesantes provocaciones, al afirmar que fueron sus enemigos los que “empezaron la guerra”, y Moscú sólo respondió.
Al reaparecer en su discurso anual sobre el estado de la nación se ufanó de que su régimen es “invencible” y recalcó que sus rivales, EU, Europa y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), intentan derrotarlo “estratégicamente” al “defender” al gobierno de Volodimir Zelenski, al tiempo que dicha alianza ignora supuestos crímenes nazis contra el pueblo ucraniano en Donbás.
El líder del Kremlin agregó que, pese a su plan de pacificación, los enemigos se unieron en favor de Kiev para atacar Rusia, pues quieren acabar con el país desde la caída de la Unión Soviética, pero advirtió que responderá a cualquier desafío, aludiendo a su poderío militar, mismo que Ucrania ha exhibido hace 362 días.
Incluso, apuntó que la disputa ya adquirió tintes globales al evidenciar una activa participación de aquellos aliados. Y, pese a ser el invasor, refrendó que actuará contra las “mentiras” que fomentan en su contra al igual que Occidente lo hizo en Medio Oriente y puso la mira en aumentar la fabricar de ojivas.
En la víspera del primer año en guerra, Putin refirió que no seguirá como si nada cuando la OTAN insiste en obligarlo a mantenerse en el pacto START y vigilarlo, pero dicha contraparte se niega a transparentar sus acciones, pues acusó que EU, Francia y Gran Bretaña siguen acumulando ojivas, amenaza para la que aseveró está preparado, lo que recuerda que Moscú y Washington cuentan con 90 por ciento del total a nivel mundial.
De inmediato la Duma —Cámara baja— respaldó el revés al plan de desarme al declararse en favor de elevar su arsenal nuclear, luego de múltiples amagos de usar dichas armas ilegales. Justificó que son los rivales los que amenazan la seguridad mundial y merecen una respuesta, ya que, dijo, intentan extender las fronteras en su contra, pues se acerca cada vez más a su territorio, en referencia a la integración de naciones a la OTAN.
Y tras mensajes directos aseveró que, pese a las sanciones con las que planean desestabilizar las finanzas rusas, no han conseguido nada, pues el conflicto sigue en zonas clave como Bajmut y territorios que se anexó al reiterar que desea “salvar” a las víctimas de políticas nazis. Agregó que los residentes de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, “decidieron su futuro” al respaldar los referéndums.
Respecto a las restricciones, la embajadora ucraniana en México, Oksana Dramaretska, insistió a los gobiernos a redoblar los castigos contra ese régimen para acabar por fin con este conflicto.
En respuesta, EU, Europa y órganos internacionales reivindicaron su apoyo a Ucrania y desmintieron a Putin sobre un supuesto plan de ataque, pues coincidieron que su objetivo es responder al causante de esta guerra.
Biden fue tajante y desde Polonia sentenció que jamás pretendió atacar a Moscú, pero dejó en claro que su convicción está del lado de Zelenski y que el dictador, como se refirió a Putin, no saldrá vencedor de su intento de tener más poder y tierras al resaltar que el país invadido sigue de pie. En un duro mensaje dijo: “Ucrania nunca será una victoria para Rusia”, al recalcar que con ello defienden a los hijos y nietos del mundo, horas después de garantizar a Kiev otro paquete económico-militar, zona que ayer visitó la premier italiana, Giorgia Meloni.
Por separado, gobiernos y entes como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el G-7 tacharon de “peligrosa” la ruta estratégica rusa de congelar el pacto START y, aunque hay preocupación, descartaron que tal amago sea un distractor.
Rechazan empuje chino
Ante las versiones de que el líder de Beijing, Xi Jinping, visitará Rusia, Zelenski se pronunció otra vez en contra del intento de la potencia de respaldar al Kremlin y descartó una supuesta mediación.
Luego de que el diario Wall Street Journal adelantara que así como Biden fue a Kiev el régimen oriental haría lo propio en Moscú por un ofrecimiento de paz, el defensor rechazó tal acción.
Casi a la par del viaje a Rusia del ministro de Exteriores oriental, Wang Yi, Zelenski sentenció que ya trazó su propia fórmula de paz en 10 puntos y, aunque desconoce el plan chino, explicó que no busca más propuestas sino respaldo a la suya para presionar al Kremlin y acabar con la guerra por la que según la ONU fallecieron ocho mil civiles en Ucrania, cifra que admitió podría ser sólo el “iceberg” del conflicto.