Colombia se unió a la lista de gobiernos de América Latina que garantizan protección a nicaragüenses despojados de su nacionalidad a manos del régimen de Daniel Ortega.
Sin mencionar al mandatario centroamericano, la Cancillería colombiana replicó los ofrecimientos de Chile, Argentina y hasta México.
Fue el ministro de Exteriores, Álvaro Leyva, quien durante su visita a España garantizó la nacionalidad colombiana al escritor Sergio Ramírez, quien desde hace años abandonó su país de origen, mientras en redes sociales demandaron extender esta medida en favor de quienes recientemente fueron expulsados de Nicaragua o estuvieron presos sólo por cuestionar al régimen de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, pues además de Ramírez otros han sido amenazados y forzados al exilio.
“Colombia lo abraza y le da la bienvenida a su segunda patria”, declaró a nombre del presidente Gustavo Petro, sin abundar si esa acción aplicará a otros desterrados por el líder sandinista, que en la última semana redobló la persecución de disidentes, medios y la Iglesia católica.
Medios locales que difieren de Ortega hicieron eco de este apoyo, al destacar la solidaridad de gobiernos que están en contra del asedio o sólo ofrecieron respaldo a sus críticos sin aludir al mandatario.
Asimismo, periodistas nicaragüenses difundieron el terror y tortura que vivieron decenas de opositores, pues en prisión sufrieron violaciones a los derechos humanos a manos de un sistema judicial corrupto que opera bajo las órdenes de la dictadura de Ortega y Murillo.
Narraron que fueron denigrados y humillados al impedirles ver a su familia, dejarlos sin comer por largos plazos o darles alimento echado a perder.
Sin embargo, éstos reconocieron que el respaldo de quienes repudian la postura de Ortega y sus familias les dieron la fuerza para resistir.
