Turquía y Siria siguen buscando entre escombros a sobrevivientes y víctimas, lamentablemente la cifra de fallecidos sigue al alza y ya suman en conjunto casi 49 mil 400 tras los terremotos del pasado 6 de febrero, cuando intentan poner todo su esfuerzo en una reconstrucción que aliados consideran”jamás vista”.
El Ministerio del Interior turco, territorio que acumula más decesos, confirmó que ayer rebasó los 43 mil, pero enfatizó que los cuerpos hallados recientemente corresponden a víctimas de las primeras sacudidas principalmente en Kahramanmaras y no a las registradas esta semana en Hatay, aunque por éstas también hubo más de 500 heridos. En conferencia de prensa, el titular del sector, Suley-man Soylu, reiteró que de los últimos sólo hubo seis muertos.
Pese a la devastación, la esperanza reapareció, pues el funcionario, quien se reunió con los ministros de Defensa, Hulusi Akar, y Salud, Fahrettin Koca, reveló que rescatistas identificaron que podría haber gente debajo de dos edificios.
Luego de que se informara que especialistas con apoyo de maquinaria pesada retiraron toneladas de escombros, precisó que se amplió la búsqueda, pues en inmuebles derrumbados en la zona del más reciente epicentro sospechan que hay gente con vida, por lo que trasladaron el equipo pesado para sacar enormes losas de concreto en busca de posibles víctimas, un signo de luz en medio de la destrucción que se sigue contabilizando.
Soylu agregó que más de 80 por ciento del territorio ya fue evaluado, pero en algunos puntos siguen las inspecciones, pues recalcó que está vigente la prohibición de ingresar a edificios gravemente dañados en las 10 provincias más afectadas, ante el riesgo de derrumbe y que aumente la cifra de muertes en su intento por recuperar las pocas pertenencias que les quedan, así como la venta de casas debido a estas fallas estructurales.
Además, se restringieron los funerales y despidos debido a las constantes réplicas que siguen golpeando a la región, en medio de un estado de emergencia que se prolongará por hasta tres meses debido a la magnitud de la destrucción.
En tanto, con apoyo de voluntarios el gobierno de Recep Tayyip Erdogan informó que siguen instalando tiendas de campaña, los nuevos refugios de quienes perdieron su casa y hasta a su familia en estas tragedias.
En dichos puntos hay más de 860 mil residentes, de acuerdo con datos del gobierno, mientras que 23 mil más son alojados en contenedores donados por la comunidad internacional, a la espera de una rápida reconstrucción que urgió el presidente para aliviar la pérdida y el dolor de la población, mientras que el Ministerio del Interior recordó que la evaluación de viviendas podría tardar.
Mientras que en Siria no se produjeron nuevas actualizaciones mientras sigue circulando poco a poco la ayuda que llega desde el exterior para miles de damnificados.
MULTA A MEDIOS CRÍTICOS
Al tiempo que sigue la evaluación en la zona azotada, el régimen turco sancionó al menos a tres emisoras de televisión, Halk TV, Tele 1 y Fox TV, por presuntamente criticar el manejo de la emergencia y difundir información errónea, hecho que la prensa local calificó de censura.
Tras más de dos semanas de reportar información actualizada sobre los terremotos, el gobierno reiteró que no permitirá que dichas cadenas tergiversen la información al reiterar que combatirá la tergiversación en medio de un proceso de luto. Cabe destacar que estas restricciones se dan a sólo unos meses de que este gobierno aprobara una ley que castiga con hasta tres años de prisión la divulgación de supuestas “noticias falsas”.