Uno de los creedores de la vacuna rusa contra el COVID-19 Sputnik V, fue asesinado en su departamento en Moscú, la capital de Rusia, sin que hasta el momento se conozcan los motivos del ataque.
Fuentes del gobierno ruso revelaron, según la agencia TASS, que el científico Andrei Botikov fue hallado muerto por estrangulamiento en su vivienda la semana pasada; según los primeros datos el integrante del Centro Nacional Gamaleya fue sometido y asfixiado hasta la muerte con un cinturón luego de una discusión.
Y se confirmó que el presunto homicida, identificado como Alexei, fue detenido y confesó haber matado al científico condecorado por el presidente ruso, Vladimir Putin, como parte del equipo que diseñó y creó la vacuna rusa de dos dosis para erradicar el coronavirus, misma que se ha aplicado en más de 70 países, entre ellos México, de acuerdo con Moscú.
Sin embargo, el sujeto no ha revelado el motivo por el que mató a Botikov ni cómo inició la presunta discusión en el inmueble, pero medios locales revelaron que tiene antecedentes penales, pues estuvo en prisión por servicios sexuales.
Tras los hechos, el Comité de Investigación de Moscú confirmó que ya hay una investigación por este crimen para determinar las causas del homicidio de una figura clave para el país, pues la víctima fue parte de la creación de la primera vacuna rusa contra el COVID-19 —cinco meses después de que se declarara la pandemia—, pues el Kremlin también desarrolló otros fármacos para acabar con este virus como la unidosis Sputnik Light y una vacuna nasal, aunque ninguna de éstas cuenta con la aprobación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
DAN
