La región azotada por uno de los peores terremotos en Turquía se convirtió de nuevo en zona de desastre tras severas inundaciones que dejaron al menos 14 muertos, entre ellos un bebé, y cinco desaparecidos.
Las provincias Sanliurfa y Adiyaman, de las más golpeadas por las mayores sacudidas en décadas, quedaron bajo el agua, informó el ministro de Interior, Suleyman Soylu, al admitir otra tragedia cuando intentan recuperarse de las cifras históricas de más de 48 mil decesos.
En tanto, autoridades locales relataron que las víctimas fallecieron cuando las fuertes lluvias arrastraron contenedores y tiendas de campaña habilitados como dormitorios para quienes perdieron todo en los terremotos hace un mes, mientras imágenes de comunidades anegadas saturaban la televisión, en las que se observan vehículos cubiertos a la mitad de altura, negocios devastados y personas caminando con el agua hasta las rodillas, mientras son auxiliadas por militares.
Ante la emergencia, el gobierno desplegó a decenas de rescatistas en busca de sobrevivientes, pues muchos fueron arrastrados por el agua, entre ellos dos bomberos que trataban de ayudar a las víctimas. Y no se descarta que el desastre se extienda a otras regiones estructuralmente dañadas por los sismos.